Eduardo Fernández y otros
MES DE JULIO, en esta misma columna, «Eduardo Fernández volverá a la Junta» dixit. Y el verbo se hizo carne. Y Eduardo vuelve, pero no como se merece del todo me cuentan. Que se dé por contento, porque a otros ni con agua les han pagado los servicios prestados fielmente a la causa. Se dudaba si darle el puesto de director general de Calidad en Valladolid, dado que su ocupante se va a la Gerencia de la futura Consejería de Justicia cuando se obtengan las competencias. Pero el expresidente de las Nuevas Generaciones de Castilla y León, y alto cargo popular, Félix Colsa, salmantino como el todopoderoso Mañueco, número dos después de Herrera, hizo valer su influencia. Lo del retraso por «la agenda del Consejo de Gobierno» es un chiste malo. Los secretarios generales se reúnen los viernes para preparar los consejos, y los jueves siguientes se da el visto bueno final. Lo sucedido es lo de siempre, que por haber sido filtrado a un periódico de Valladolid todos los cambios se dio orden de parar máquinas. Bochorno para los tres delegados implicados y sus sustitutos. Me cuentan que la de Segovia hasta lloraba de amargura pues se había despedido uno por uno de sus funcionarios más cercanos. Así es este macabro juego de la política que, como la ruleta rusa, engancha, y alguna vez, mata. Muerto sacarán a don Manuel de la Xunta. Qué hombre. Hasta la Dama de Hierro ha dejado de dar conferencias y debates por sus lagunas cerebrales debido a su edad. Ha sabido retirarse poco a poco y eso la hace más admirable todavía. Pero volviendo a lo nuestro. Nos hace falta un berciano en el Ejecutivo Regional, o no nos comeremos un colín, tan sólo migajas para calmar necesarias peticiones. Pero como en el Bierzo los peperos, ahora naranjitos, están como están, no hay mucha fuerza a la hora de influir. Al menos Eduardo Fernández reforzará, dentro de sus posibilidades, a la «subdelegación» de la Junta en el Bierzo y dará un poco de oxígeno vital al Consejo Comarcal. No quiero acabar sin olvidarme del ponferradino Manolo Cobo, número dos de Gallardón, que sabido es que perderá en Madrid. Qué buen vasallo para mejor señor. Los del PSOE han empatado a 13. Por lo del número de representantes acordados. Falta por ver si Wenceslao sabrá caminar por el alambre de dar gusto a todos. Este mes se formalizará su nombramiento de secre local de Ponferrada. Me voy a celebrar con una «pimientada» mis diez años en este paraiso.