Pachuca; amigos para siempre

El vínculo que desde hace seis años une a Ponferrada con la ciudad mexicana de Pachuca es desde ayer más firme, después de que los alcaldes de las dos ciudades, Carlos López Riesco y Alberto Meléndez Apodaca, de visita oficial, renovaran el protocolo de hermanamiento firmado en 1998. Y el puente entre las dos ciudades, que ya ha servido para que una escuela de la capital del estado de Hidalgo lleve el nombre de Ponferrada, podría incluso superar el ámbito de los actuales programas de desarrollo social para convertirse en un verdadero flujo de inversiones. Pachuca se encuentra en la órbita económica de la gran urbe de México Distrito Federal, pronto contará con un aeropuerto internacional de carga y aunque es una ciudad de contrastes, con bolsas de pobreza que hacen necesarias inversiones sociales, sus responsables municipales son ambiciosos y saben que el viaje de Meléndez es una buena oportunidad para atraer inversiones y abrir mercados. «Damos opciones a las empresas de servicios financieros porque estamos muy cerca de la ciudad de México y ofrecemos seguridad e infraestructuras», decía el presidente municipal de Pachuca tras la firma del protocolo. Y al alcalde de Ponferrada tampoco se le escapó que «el camino entre Pachuca y Ponferrada es de doble dirección» -aseguró recordando la presencia de la multinacional Vitro en el Bierzo- y la economía mexicana y su Tratado de Libre comercio con Estados Unidos y Canadá también ofrecen oportunidades de negocio. «México puede ser la puerta de entrada al mayor mercado del mundo para los empresarios de nuestra región. ¿Y por qué no ha de ser Pachuca, como ciudad emergente en las proximidades de la mayor aglomeración del mundo, esa puerta a inversiones de todo tipo?», se preguntó.