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El tiempo recobrado transmite tranquilidad en todos sus salones

Publicado por
María Añíbarro
León

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Comenzó hace poco meno de año y medio con la idea de poder transmitir la esencia del Bierzo y a día de hoy ya ha conseguido ser posada real, distinción máxima que la Junta de Castilla y León otorga a los centros de turismo rural. El secreto de su rápido éxito es un ambiente muy cuidado y un criterio muy espartano, donde todo aquello que rompa la tranquilidad esta prohibido, por ejemplo la televisión y el teléfono móvil no tienen cabida aquí. Los propietarios se pueden permitir el lujo de elegir a sus clientes, de tal manera que no son aceptados los grupos numerosos que puedan poner en peligro la paz de la que presumen. A los futuros huéspedes se les informa por correo electrónico de cual son las normas del lugar en el que van a hospedarse. Su ideal de huésped es aquel viajado, educado y sensible, que sepa respetar la intimidad de los demás. Además de hospedaje ofrece un servicio de restaurante muy discreto, de cocina sencilla, donde lo más importante son las materias primas y la elaboración lenta. Sus principios fundamentales son, en primer lugar ofrecer un menú para disfrutar tranquilamente y sin prisas, siguiendo la doctrina del «slow food», en segundo lugar socializar la cocina, concibiendo menús a precios muy asequibles, de tal forma que todos puedan permitirse comer y beber en un sitio de calidad intachable. En la carta podemos encontrar no más de doce platos: verduras , pimientos con escabeche casero o puerros templados con anchoas, entre las carnes destaca el osso buco, en los pescados la lubina y la trucha asada.

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