La expropiación de fincas retrasa el refuerzo eléctrico para la pizarra

La resolución sobre las expropiaciones de cerca de medio centenar de fincas particulares, -muchas de ellos con dueños desconocidos-, está retrasando la construcción de la esperada subestación eléctrica que vendrá a solucionar las carencias en la cuenca pizarrera del valle bajo del río Cabrera, en los municipios de Puente de Domingo Flórez, y especialmente en el de Benuza. La futura subestación eléctrica, que enganchará en la línea de 45 kilovoltios de Carucedo para transformarla a 15 kilovoltios, se ubicará en terrenos del pueblo de Santalavilla (Benuza) y tendrá un coste de 660.000 euros (110 millones de las desaparecidas pesetas). La financiación está ya decidida. Correrá al 70% por cuenta de la Junta de Castilla y León, y el resto lo pondrá Unión Fenosa. Han quedado excluidos los empresarios de la pizarra y las sociedades hidroeléctricas que operan en la zona, Hidroeléctrica del Cabrera y Eléctricas de Benuza. Estas dos entidades se encargarán, sin embargo, de construir nuevas líneas de suministro de la energía eléctrica. Uno de los tendidos va desde Santalavilla a Sotillo, y otro parte también de Santalavilla en dirección a Llamas y Silván. También se pondrá en servicio otro tendido hacia Benuza, para la zona industrial de Armadilla, con continuación por Sigüeya hacia Silván. En la actualidad parte de estas líneas eléctricas están ya montadas, y sólo esperan a que se construya y active la subestación de Santalavilla. Una vez que entre en servicio, las canteras de pizarra de la zona podrán ampliar actividad, con la incorporación de más maquinaria que en la actualidad satura la potencia que corre por los añejos tendidos. La actividad industrial afecta al suministro de las viviendas.