Fala Ceibe pide ayuda al Procurador del Común para extender a 3º y 4º de la ESO la enseñanza del gallego Denuncian al arrendatario de un pub por daños valorados en 50.000 euros ¿Ultras en Ponferrada?

La asociación Fala Ceibe ha presentado una queja ante el Procurador del Común de Castilla y león para reclamar la extensión de la enseñanza del gallego como asignatura propia a los dos últimos cursos de la Enseñanza Secundaria Obligatoria. El colectivo recuerda que el idioma gallego sólo se imparte en la actualidad dentro de otras materias, como Conocimiento del Medio, Plástica y Ciencias Sociales y asegura que padres de alumnos se han dirigido a la asociación para que demande su implantación en 3º y 4º de la ESO. «Resulta conveniente completar el estudio del gallego, con una mayor especialización en los niveles propiamente lingüísticos -gramatical, práctico, fonético- con contenidos íntegramente relacionados con este idioma», argumenta el portavoz de Fala Ceibe, Xavier Lago Mestre, en un comunicado. Fala Ceibe también reclamó a la Consejería de Educación que realice una campaña informativa sobre la enseñanza del gallego en el Bierzo para que la oferta llegue a otros centros escolares y los padres y alumnos tengan la opción de aprender «el otro idioma territorial y propio del Bierzo occidental». La asociación considera que la campaña institucional debe realizarse a través del envío de la correspondiente Instrucción de la Dirección General de Planificación y Ordenación Educativa, la edición de carteles y la inserción de publicidad en los medios de comunicación. El propietario de un pub en la barriada ponferradino del Temple, Álvaro Fernández Reguera, presentó ayer una denuncia en la Comisaría de Ponferrada contra el arrendatario del local, N.I.G., al que acusa de haber provocado daños y sustraer material de hostelería por importe de unos 50.000 euros. Los hechos denunciados están relacionados con una sentencia de los juzgados ponferradinos en la que se ordena el deshaucio del arrendatario por incumplir las condiciones del alquiler. Según la versión del denunciante -que consta en la denuncia- al acudir con el personal del juzgado para ejecutar la orden de deshaucio se encontró con la desaparición de los equipos de hostelería, de luces y sonido del negocio, y también con daños materiales en la estructura. El establecimiento en cuestión se trata del antiguo pub Class, hasta hace poco El Escondite, y está ubicado en la calle Conde de los Gaitanes. En la denuncia también se acusa al arrendatario de presuntas amenazas. TIENE SU COSA. El día en que el canciller alemán visita con sus huestes León, en Ponferrada los jueces instruyen diligencias contra supuestos neonazis por agresión a un comunista. Schröeder, según biografías y perfiles leídos por este humilde periodista, es hijo de un soldado de la Weimar que nunca ha olvidado la muerte de su padre en el frente de la Rusia comunista. Pero aún así, los tiempos han cambiado, ni los alemanes son nacionalsocialistas, ni los comunistas son una opción política. Los muchachos tildados de neonazis son jóvenes con excedente de adrenalina y energía que visten de una determinada forma y se rebelan contra una sociedad que no entienden y que no los quiere comprender. Es el sarampión de la adolescencia que todos, en un grado o en otro, hemos pasado. Me niego a pensar que en Ponferrada tenemos ideólogos de lo foráneo injertados en nuestra sociedad manipulando a jóvenes para sus causas. Pero lo fácil es acusar de grupos violentos organizados y escandalizar, cuando se trata de una gamberrada salida de madre. Este verano, unos matrimonios tomábamos algo en la noche estival y por la céntrica terraza pasaron un grupo con apariencia skin profiriéndo gritos. Al vernos, se cortaron y callaron apesadumbrados como chicos que son. ¿Es que acaso vamos a juzgar a las personas por su vestimenta? Entonces el mundo de la música sería generador de carne de cárcel o psiquiátrico. Educación como solución y no represión señores jueces y políticos. En cuanto a la otra parte. Recordar que el comunismo se ha convertido desde hace años en una interesantísima corriente filosófica que se estudia en diversas ramas universitarias. Lean señores nostálgicos a Habermas, premio Príncipe de Asturias, neomarxista radical. Su pequeño libro de bolsillo de poco más de cien páginas titulado «Problemas de legitimación del capitalismo tardío» es una obra maestra. Y si quieren tener un bar de «Mala Leche» llamado, adornado con la estética prosoviética, ténganlo. Pero reconviértanlo en un club privado al estilo británico si no se puede opinar al contrario allí. Recuerdo el mítico Bar Agustín en el Húmedo de León, reducto comunista donde los hubiera. Sabías donde entrabas pero te sentías como en un local más y algunos como en casa. Y me acuerdo del Vetusta de Ponferrada. Tomábamos unas cervezas, jugábamos al billar al son de música celta... Definitivamente e otros tiempos.