Congreso del PP y José Luis Iglesias
20 N SALAMANCA. No, no es un parte de la Guerra Civil del bando nacional, sino la fecha y el lugar donde el Partido Popular de Castilla y León va a celebrar su Congreso Regional. Este fin de semana, en casa del secretario general, Alfonso Fernández Mañueco y mano derecha del presidente, Juan Vicente Herrera, todo está dispuesto para la puesta en escena. Herrera, único candidato y hombre destacado de la región en Madrid, se presentará ante sus incondicionales compromisarios, la mayor parte de ellos cargos públicos, como vencedor. Vencedor en las elecciones a la Junta y vencedor en la organización interna del partido. Pero para nosotros, los de este lado del Manzanal, nos interesa muy mucho los cargos de la Ejecutiva entrante. A priori, Amilivia tiene difícil repetir su vicesecretría general, que aumentarán de tres a cinco. Ese será el particular Sanedrín popular: presi, secretario y cinco vicesecretarios. El Bierzo tiene difícil colocar a alguien ahí. Tuvimos a un cercano Alfredo Prada en la última de Juan José Lucas, y hemos tenido a Amilivia en estos tiempos. Pero ¿ahora? Queda claro que en un partido que las cosas van de arriba a abajo será sintomático de cara al Congreso Provincial y Comarcal la opción que escoja Herrera. Valga recordar que repescó a su amigo y presi de la Diputación, Javier García Prieto para la Nacional. Se habla mucho de Eduardo Fernández, pero me temo que para él ya está decidida la presidencia berciana y la secretaría general provincial a día de hoy. López Benito, Isabel Carrasco, Amilivia, Silván, García Prieto y alguna que otra sorpresa son, como en el dominó, fichas que se mueven en la mesa de «Juanvi» y que tan sólo a última hora piensa dar la vuelta. El secreto es ley, y quien filtre se cae. Es la norma del presidente Herrera. Atentos. Sin espacio, pero a modo de obituario, quisiera también recordar aquí a José Luis Iglesias, durante dos décadas hombre público en el Bierzo. Amante de lo gallego, eterno sindicalista ferroviario, formó parte del equipo del alcalde López Gavela. Nunca fue una gran estrella política ni mediática, pero siempre estaba allí. Su paso por la política no brilló sobremanera, pero era de esos ediles de trato humano y directo que lo hizo muy apreciado por la ciudadanía. Iglesias tuvo un fin político un tanto gris con el transfugismo del PSOE al Grupo Mixto y la pequeña desilusión personal por no ocupar la Dirección de su querido Museo del Ferrocarril.