Críticas al rector por su «mal estilo», y al director por su «torpeza»

El cineasta Gonzalo Suárez lamentó que tras más de un mes desde que diera a conocer al rector de la Universidad de León su dimisión como director honorario de la Escuela de Cine, no sólo no haya trascendido su renuncia, sino que tampoco haya obtenido respuesta. Declaró que esperaba al menos una respuesta de Ángel Penas. «Me parece de muy mal estilo por su parte», comentó. Sobre todo, según el dimisionario, porque el director de la escuela, Eduardo Keudell, al que Suárez explicó que renunciaba por los «incumplimientos de todas la promesas», le dejó un «recado» señalando que le llamaría el propio rector. Con todo, para Suárez lo peor es que se pueda malograr una iniciativa que, dijo, «era buena». «Es una oportunidad perdida, porque la idea era muy buena». «Pero», agregó sin morderse la lengua, «ha habido torpeza y desconocimiento. Sobre todo por parte del director Keudell». «Mis criterios y concepto de cine, desde luego, no coinciden en absoluto con los de este señor», enfatizó. El ex director honorario también llamó la atención sobre como en la última clausura del curso apenas si asistieron «cuatro alumnos». «Tampoco me han dejado tener mucho contacto con ellos. A veces me sentía como secuestrado», afirmó. En cambio, resaltó la buena acogida que le deparó siempre la ciudad en sus visitas.