Diez años de vida con nombres y apellidos

Diez años pasan muy rápido, pero las sensaciones y vivencias de quienes los viven prevalecen en la mente. Ayer, en el décimo aniversario del Hospital del Bierzo, buena parte de los protagonistas que han hecho aportado su grano de arena para convertirlo en modélico dentro de la sanidad española recibieron el merecido homenaje. Y fue precisamente en las instalaciones en las que tantos años desempeñaron su trabajo, desde el médico al asistencial pasando por otros cometidos, las que acogieron un acto que venía a recordar las vivencias de todos ellos desde aquel 10 de noviembre de 1994 en la que el Hospital de Ponferrada tomó el testigo del Camino de Santiago hasta el mismo día de su jubilación y en algunos casos hasta el de ayer. Esos recuerdos estuvieron personificados en tres de sus protagonistas. Montserrat Fernández, enfermera que precisamente empezó como profesional en el centro, fue la primera en intervenir. Sus vivencias fueron recordadas por el resto de asistentes como si de ellos se tratase como también encontraron similitud en las de otros dos profesionales del Hospital, uno de ellos ya jubilado, José González, y otro aún en activo, Francisco Vega. La directora de Onda Bierzo, Sonia Linares, fue la encargada de moderar el acto. La atenta mirada de los asistentes, tanto homenajeados como aquellos que quisieron tomar parte en un acto en el que la nostalgia de los tiempos pasados se dio la mano con el interesante porvenir que se avecina para un Hospital que sigue creciendo y que cuenta con más de mil profesionales para atender a una población de 150.000 personas. Pero ese recuerdo tenía que contar con sus protagonistas y en esta ocasión fueron cincuenta y ocho de los sesenta y siete profesionales que a lo largo de estos años se han jubilado los destinatarios de este merecido reconocimiento. Uno a uno fueron recogiendo una pequeña placa en reconocimiento a su denuedo entre los aplausos de los allí congregados para hacerse posteriormente la necesaria foto de familia frente a la entrada del centro. Todo en un día especial en el que el Hospital volvió a demostrar que tiene un futuro halagüeño por delante en las personas que cada día hacen posible su funcionamiento , sin olvidarse de los pacientes, parte también fundamental de su historia. Texto