«Sólo me sentiría obligado a repetir si hubiera una manifestación»

-Usted está prejubilado, ¿por qué dejó sus planes de ocio y de familia para embarcarse en la política? -Nunca había pensado en implicarme en la política, pero me lo pidieron una serie de personas que consideraban que estaba en una situación óptima. Fue un momento difícil porque tenía muchos proyectos de de ocio, de enriquecimiento cultural y de viajes, pero yo había pregonado que amaba a esta tierra y priorice este aspecto; era el momento oportuno para decir, ¡ahora o nunca! y entonces tomé la decisión de demostrar que, no solamente con palabras sino con hechos, mi amor a Villafranca es total. -¿Repetirá como cabeza de lista? -Es prematuro. Mi idea es trabajar por mi pueblo pero creando un ambiente de gente joven con ganas de secundar y continuar con los proyectos que se inicien. Este sería mi mayor logro, pero si no es así, hay que esperar a que llegue el momento y sin precipitarse. -¿Habría alguna circunstancia que le obligara a repetir? -No lo sé. Creo que la única circunstancia que me obligaría es una manifestación popular que lo demandara. Si se palpara, creo que no me quedaría otra opción, pero no vamos a ser ilusos porque es muy difícil que estas cosas lleguen. -El día en que deje la Alcaldía, ¿cuál le gustaría que fuera su epitafio político? -Soy reacio a los epitafios. Recuerdo una frase del mundo religioso oriental que dice: "La vida de una persona es como una barca, una vez que pasa no deja estela", y creo que lo mejor es ser humilde y pensar que lo que haces no lo haces para que sea reconocido, sino porque es tu deber. El amor debe ser desinteresado y en mi caso el amor a Villafranca no tiene porque tener ningún epitafio.