Nicolás Solana
NICOLÁS Solana ha venido a León con sus cuadros y su trayectoria noble, de dibujante espléndido, doblado de pintor de fondo, de los grandes pintores del Bierzo, de los que inventan y rompen. De los que saben que el arte solo vive en el riesgo, porque lo otro es decoración y sosiego, honesta mirada comarcal, artesanía que tiene muy cerca su techo. Solana es amigo mío desde hace muchos años, aunque hace no menos de quince que no lo he vuelto a ver. Ese dato, sin embargo, no cambia mucho las cosas; en realidad nada porque la amistad tiene esa gran ventaja sobre el amor:que no se rompe, que aguanta décadas de silencio, de distancia. Yo fui amigo de Solana, amigo ocasional debo añadir, pero le recuerdo como uno de los artistas más cordiales que he conocido, de los más sencillos y sabios, ajeno a toda alharaca, a todo ruido que no fuera el secreto silencio de su mirar al mundo para llevarlo después a un rostro, a un plano, a un color, a un vértigo. Son las personas buenas las que se quedan con nosotros, en nuestra memoria. Las otras se desfiguran, se vienen abajo, se convierten en nada, nos aburren. A Nicolás Solana lo recuerdo fraterno y sin prisa, siempre atento a lo que le íbamos a contar, hace treinta años, en la librería que entonces regentaba en la plaza del Ayuntamiento de Ponferrada. Nicolás Solana era tan bueno que casi no quería que le compráramos libros. Porque le daba pena de nuestros dineros escasos, dineros de estudiante, y hasta le parecía mal cobrarnos, lo consideraba todo un disparate, y en ese disparate que no era, y en su escucharnos con afecto y curiosidad, estaba la mirada del artista, la mirada entera del hombre que veía pasar el mundo por la plaza del Ayuntamiento, bajo los soportales. Porque todo lo que el artista precisa es eso: una ventana. Solana ha venido a León y yo creo que es un poco otro Antonio Gamoneda. Como él, nacido en Asturias y como él arraigado en León. Uno en el León de la meseta y Nicolás en el León atlántico del Sil. Nicolás Solana no trae a León paisajitos, cuadros para dormir a las suegras, canciones de tedio y decoración. Solana nos trae hallazgos, atrevimientos, insolencias y colores, muchos colores, morados, rojos y negros. Colores que dibujan mundos que reconocemos, y sobre todo, mundos que no sabíamos, que son los más interesantes. Cristalizaciones dehoras y medidas, de dolores y tiempos, de años y amigos. Frutos leales de ser leal a sí mismo. Desde que nació la conciencia.