«Cuatro o cinco cabezas rapadas controlados»
Tanto el subdelegado del Gobierno, como el alcalde, al término de la reunión de una hora de la junta de seguridad ciudadana de Ponferrada no quisieron entrar en profundidad a valorar la incidencia que en los desórdenes públicos pudieran tener jóvenes de estética «skinshead» o cabezas rapadas. Los dos se limitaron a minimizar el problema, puesto que estiman que se trata de «cuatro o cinco» individuos a los que no permitirán, bajo ninguna premisa, saltarse el orden social y jurídico. «Estamos en una ciudad tranquila y los responsables políticos estamos absolutamente decididos a que lo siga siendo; y lo va a seguir siendo. Nos puede costar un tiempo; no sé, una semana o quince, pero evidentemente nuestra decisión es inquebrantable: Ponferrada va a seguir siendo una ciudad segura», resaltaba el alcalde López Riesco. Tanto el alcalde, como el subdelegado del Gobierno en la provincia, destacaron que existe una «perfecta colaboración, comprensión y unidad de criterio» por parte de las diferentes fuerzas del orden para atajar este brote de violencia. Tanto Carlos López Riesco, como Francisco Álvarez destacaron que el problema está analizado y las medidas tomadas. Ahora esperan que no se repitan este tipo de enfrentamientos.