Diario de León

La añada 2004, según los expertos

La vanguardia de la enología berciana cree que la añada de oro para los mencías de la comarca está por llegar

Publicado por
María Añibarro - ponferrada
Ponferrada

Creado:

Actualizado:

Meses después podemos tener ya una idea de los vinos que van a ser protagonistas de la controvertida añada 2004. Un año que se preveía normal, y que sin embargo, las lluvias inesperadas al comienzo de vendimia, causaron daños irreparables, sobre todo en aquellas zonas donde el proceso de maduración estaba más avanzado. A juicio de los enólogos de la nueva ola, los resultados son mejores de lo que cabía esperar, sin embargo en su opinión esta añada no va a ser la esperada añada del siglo, sino que todavía está por llegar. Gregory Pérez, viticultor, actualmente trabaja para Luna Beberide y forma parte del proyecto Paixar, junto con los hijos de Mariano García. En su opinión esta añada se ha caracterizado por el trabajo en viña más que en bodega. «Quien no había planificado su trabajo en la viña ha sufrido más las consecuencias de las inclemencias del tiempo», afirma Una vendimia de paciencia En el caso de Isidro Fernández, propietario de Casar de Burbia, fue una vendimia de paciencia, debido a las lluvias, sobre todo en los viñedos localizados a más de 700 metros de altitud. «Cuando las lluvias cesaron, se realizó una vendimia óptima con un gran tiempo, la uva entró en bodega más sana de lo que esperábamos». En la evolución de los vinos afirma, que son equilibrados en aromas, acidez y tanicidaz, y destaca la concentración aromática. Añada muy especial En opinión del autor de Corullón, Ricardo P. Palacios, «la añada 2004 ha sido muy especial, no se puede decir que haya sido buena, esperábamos algo más estable, le ha costado madurar, aunque tiene grado y buena acidez». Para el propietario de la bodega villafranquina, la añada va estar en función de los vinos de cada uno, no han tenido los mismos resultados en nuestras viñas que en otras, las nuestras no han requerido mucho trabajo, estaban muy sanas». Al hablar del carácter de los vinos con respecto a otros años, para Ricardo la añada emblemática en el Bierzo ha sido la 2001, que ha dado vinos serios y duraderos en el tiempo. «En la 2003 nos encontrábamos con vinos de muy alta graduación y con mucho color, pero con una acidez muy baja, con una explosión de frutas tropicales en nariz, que los hace muy comerciales». En cuanto a la evolución de los vinos de la 2004, al principio se encontraron con mucha acidez, característica intrínseca en la Mencía, tánicos y amargos, posteriormente han ido redondeando y son más agradables, sus aromas son de frutas rojas, hierbas maduras y minerales. Las lluvias causaron daños Para Amancio Fernández, enólogo y director técnico de Dominio de Tares, el 2004 ha sido un año climáticamente normal en el Bierzo, pero con ciertos matices, el clima ha sido suave y tan caluroso como en el 2003, ha habido humedad aunque en algunos momentos inoportuna, las precipitaciones de agosto aumentaron el riesgo de enfermedades, sobre todo los primeros días de septiembre, en estos momentos se pone en peligro las viñas de más avanzado estado de maduración. A partir de la primera semana de septiembre vuelve el calor con moderación y sin lluvias, lo que ayuda a que maduren la mayor parte de las subzonas del Bierzo. Pero a la hora de dar una visión general de los daños, en su opinión, a cada viticultor le ha afectado de una manera, en función de la localización del viñedo y ha podido salir más o menos airoso de la situación. Vinificaciones normales Este año en cuanto a la vinificación, fue todo absolutamente normal, no ha habido picos de azúcar, han sido fermentaciones normales, se han producido vinos con muy buena estructura, muy buena fruta y con mejor acidez que el año 2003. La del siglo no ha llegado En opinión de A. Fernández, «aún siendo una buena añada, no es la añada del siglo, al Bierzo todavía no ha llegado». Para este enólogo, tiene que haber un excepcional año climático, una buena calidad de uva y sobre todo, afirma, «debemos de tener paciencia y valorar la evolución en el tiempo de la mencía. Podremos juzgar sólo cuando al menos hayan pasado diez años». «En cuanto al resto de las añadas -agregó-, me gusta la potencia de los vinos del 2001, pero también el sutil equilibrio de los 2002, que por otra parte ha sido una cosecha mal mirada en España. La 2003 fue muy madura, y poco usual en el Bierzo, que va a dar vinos magníficos y muy comerciales, pero con menor recorrido que las dos añadas precedentes». El secreto está en la viña El panorama vitícola del Bierzo ha evolucionado en dos años, lejos de tener un planteamiento profesional, ha aumentado la inversión y planificación en viña. La última campaña, en muchos casos, se ha salvado gracias a la una vuelta a los cuidados de los viñedos.

tracking