El R24 de Alonso, en Ponferrada
El cohete azul con el que Fernando Alonso disputó el mundial de Fórmula 1 se exhibe desde hoy al público, hasta el sábado, en el concesionario Leomotor de Renault en Montearenas
Los pequeños y no tan pequeños que estos Reyes han recibido como regalo el monoplaza de Fernando Alonso en miniatura debajo de sus abetos de Navidad, tendrán ahora la oportunidad de disfrutar en directo, en Ponferrada, de la visión de la réplica del R24 con el que el piloto asturiano disputó el último campeonato mundial de Formula 1. La iniciativa de mostrar al público el «cohete» azul del que los sabios del motor sitúan como seguro sucesor de Michael Schumacher se enmarca dentro de la campaña nacional de Renault y Renault F1 Team para tratar de colmar la Alonsomanía que se ha desatado entre miles de españoles desde la irrupción del piloto en la élite del automovilismo. El R24 se podrá visitar desde hoy miércoles hasta el próximo sábado en las instalaciones de Leomotor en el polígono de Montearenas, donde los responsables del concesionario berciano han montado un escenario privilegiado para la observación del bólido. «Porque se podrá ver, pero no se podrá tocar, ni montar en él», advertía ayer, poco antes de la presentación, el responsable del concesionario local, Eduardo Ramón. Mañana y tarde Los visitantes, y muy en particular los seguidores de Fernando Alonso, podrán regodearse con la visión en detalle de su R24 en sesiones de mañana y tarde. Por las mañanas de 9.00 a 13.00 horas, y por las tardes, de 15.00 a 19.00 horas. Con este amplio horario, los organizadores pretenden que no se produzcan demasiadas aglomeraciones. Aunque teniendo en cuenta precedentes de afluencia de curiosos como el de la capital de la provincia, donde ya se exhibió el monoplaza, es probable que muchos aún se queden con las ganas. Unos cuantos privilegiados, no obstante, ya asistieron ayer martes, a última hora de la tarde, a la presentación oficial del acontecimiento -con ágape incluido- en el concesionario de la capital berciana. Y tuvieron tiempo, lógicamente, para detenerse en todos los elementos mecánicos y aerodinámicos de estas auténticas joyas de la ingeniería.