La ministra de Cultura resalta el carácter popular del embutido para abrir el Festival del Botillo
Calvo: «El botillo es la aportación de los bercianos a la humanidad»
La mantenedora destacó la lucha de los habitantes de la comarca para lograr la prosperidad
La ministra de Cultura, Carmen Calvo, cumplió anoche con su papel de mantenedora del Festival Nacional de Exaltación del Botillo de Bembibre con un discurso que resaltó el carácter popular del embutido. Y lo hizo en un acto salpicado por la sombra de los «papeles» de Salamanca, tanto como por el enfrentamiento salarial entre el equipo de Gobierno de Bembibre y la Policía Local. «No he venido aquí por el botillo, sino por vosotros», aseguró la ministra a los bembibrenses reunidos anoche en un Teatro Benevívere lleno a rebosar para escuchar su discurso, mientras en el exterior, los manifestantes contra la política laboral del Ayuntamiento y una veintenta de jóvenes del PP contrarios a la devolución de los papeles de Salamanca se mezclaban con los curiosos y algunos exaltados llegaban incluso a arrojar huevos contra la fachada. La ministra, sin embargo, resaltó el carácter emprendedor de los bercianos. «Vengo a deciros que sois unas gentes que os habéis dejado la piel en el camino por sacar adelante a vuestros hijos; habéis luchado contra el hambre en una tierra muy dura, que no regala nada, y la prosperidad que ahora disfrutáis os la debéis sobre todo a vosotros, Hacéis muy bien en montar estos jolgorios. Os lo habéis ganado a pulso», aseguró la ministra después de resaltar la importancia del fogón en la elaboración del botillo. Y es que la ministra está convencida de que el botillo, antes que un invento de monjes y plato de alcurnia es producto de la imaginación de «amas de casa con escasos recursos» y se ha convertido en «la gran aportación de los bercianos a la humanidad», añadió. Antes de asistir a la cena en el pabellón, la ministra rindió tributo al embutido y al animal del que procede «Cuando se abre un botillo, no sólo se come, se comulga, porque el botillo alimenta el cuerpo y el alma», dijo Carmen Calvo, segura de que la nobleza del botillo no le viene «de haber nacido en alta cuna, sino de la cuna de la necesidad». La ministra concluyó abogando por nombrar al cerdo, animal tan vilipendiado como necesario, «benefactor de la bercianidad».