Caso La Cemba, hay otras opciones Programas de atención entrelazados Confidencialidad, defensa del niño y la madre Asesoramiento jurídico y psicológico Dos meses y 23 familias atendidas

Era la noche del viernes 14 de enero. Un gélido frío invadía toda la ciudad. Un joven, del barrio ponferradino de Flores del Sil, atraviesa un callejón de la Calle La Cemba y, de repente, se topa con un cuerpecito de cinco meses sin vida, según confirmaron después fuentes del Hospital del Bierzo, allí, tirado en plena travesía. «Estaba sin vida, aunque con algo de temperatura. Tan sólo le rodeaba el cordón umbilical y la placenta», comentaba minutos después el muchacho a la policía. Sirenas, ambulancia, revuelo entre el vecindario...La noticia corrió como un reguero de pólvora por todo el barrio y conforme el mundo se desesperezaba la mañana del sábado se transmitió por toda la geografía nacional. El quinto bebé dejado en la calle en este año recién comenzado, sólo que en este caso, conocido ya como «caso La Cemba» la crueldad fue mucho mayor. El cuerpecito no fue dejado en un portal, en unas escaleras como los otros. Este ángel tuvo menos suerte. Fue arrojado con vida a la calle dejando tras de sí un delator reguero de sangre de un metro de longitud. El Juzgado de Instrucción número 5 de Ponferrada y la Policía han cumplido su primer semana de investigaciones con el rigor y mutismo más absoluto. Tan sólo ha trascendido que el non nato era varón, unas fuentes hablan de raza blanca, otros que morena, y que no tenía seis meses sino cinco de vida en el interior de su madre. Pero ¿y su madre? Esa madre que vivió cómo de su vientre salió un hijo al que no se le dió la oportunidad de vivir. ¿En qué circunstancias y bajo qué criterios sucedieron los hechos? Una cosa queda clara. El caso La Cemba no es, según todas las fuentes consultadas, de recibo. No es nisiquiera el último recurso. En la sociedad actual las cosas distan mucho de las circunstancias, la mentalidad y la legalidad de hace décadas y tiempo atrás. Las administraciones públicas cuentan todas con áreas de atención a la mujer y servicios sociales, además de las propias políticas sanitarias para dar solución efectiva, rápida y real a madres en situaciones desesperadas. Pero no sólo a madres, también a familias enteras, aunque al hablar con cada una de las personas profesionales en este ámbito social y sanitario la frase se repite como un epitafio para el bebé de La Cemba: «lo que prima aquí es el niño, después la madre. Pero siempre hay solución», explican técnicos de la Junta, del Consejo Comarcal del Bierzo y de los propios órganos de planificación familiar sondeados. Una idea nos la da la Gerencia de Servicios Sociales de la Junta, han «salvado» a un bebé en el 2004 y a 11 desde el año 2201. «La madre, por diversos motivos, renuncia a su hijo y le buscamos una familia que esté en la larga lista de espera de adopción», afirma una técnico social del Consejo. Incluso cuando se habla de solución extrema, esto es, la interrupción voluntaria del embarazo. La Ley vigente prevé una serie de supuestos en los que el bebé de La Cemba podría haber entrado quizás. El doctor Civieta, de la Clínica Buenavista de León afirma que «no nos agrada nuestro trabajo, pero seríe una hipocresía negar su existencia. Muchas de nuestras pacientes, unas doce al mes, provienen del Bierzo derivadas a veces de la Sanidad Pública». En el Hospital del Bierzo se ubica el Centro de Orientación Familiar, a pesar de las reticencias médicas, el doctor Rodríguez Gavela afirma que «pasan consulta aquí entre 20 y 30 mujeres, unas 50 a la semana». Preguntados sobre un supuesto ficticio, el gerente de Atención Primaria, Eduardo Criado informa que «después del médico de familia se deriva al Centro de Orientación en el Hospital». Allí, después de la buena disposición gerencial en el COF, siglas que empiezan a sernos familiares, el código deontológico y el silencio se impone. El doctor Rodríguez Gavela, afirma que «la responsable está de vacaciones. Aquí atendemos a mujeres con técnicas anticonceptivas variadas. Una ginécologa y una enfermera componen el equipo». «No existe un perfil. Madres adolescentes, falta de recursos, separadas o relaciones esporádicas llevan a dar en adopción al niño. La madre tiene garantizado el anonimato», explica una de las técnicos del Consejo. «Tenemos muchos programas de atención al menor. Las familias quieren adoptar», afirma la gerente de la Junta, Aurora Rodríguez. En el Centro de la Mujer, (Concejalía de Servicios Sociales de Ponferrada) afirman que «a esa supuesta madre la pondríamos en contacto con la Junta o con el COF y le daríamos apoyo jurídico y psicológico, entre otros». C/Esteban Puente 1. «Tenemos un equipo multidisciplinar. Prima la atención familiar de todo tipo. En dos meses 23 familias», explica una técnico social. C/ Real 63 Ponferrada.