El Habichuela y Carmona elevaron el flamenco a su estado más puro

Pepe Habichuela y José Miguel Carmona, padre e hijo de una saga flamenca abierta al resto de influencias musicales, provocaron ayer el delirio de cientos de incondicionales que llenaron el teatro Bergidum para vivir de cerca la pasión que desatan los tonos y compases de estos dos excelsos músicos. Después de mucho tiempo separados profesionalmente, el Habichuela y uno de sus hijos, componente también del grupo Ketama, volvieron a darse la mano musicalmente hablando para conformar una actuación especial en la que el flamenco más puro compartió protagonismo con ritmos hindúes, africanos y de otros muchos orígenes, todos ellos menos transitados y más experimentales que para un padre e hijo en estado puro no supusieron problema alguno a la hora de interpretarlos. Fue una noche especial en la que las raíces de ambos músicos y compositores quedaron reflejadas a lo largo de un concierto enmarcado dentro del Festival de Guitarra de Ponferrada que corroboró el virtuosismo que adorna a cada uno de ellos, tanto al padre Pepe el Habichuela, músico que ha tocado junto a los más grandes del flamenco como Camarón, Valderrama o Morente, así como al hijo que, alejado momentáneamente del proyecto Ketama, no ha olvidado sus señas de identidad a la hora de sacar partido a la guitarra. Resultó ser una noche llena de sensaciones en el Bergidum, en la que el flamenco, en estado puro, impregnó todas y cada una de las paredes del teatro ponferradino merced a su virtuosismo.