Los vecinos de Peñalba advierten de que usarán la iglesia para todos los funerales

Si Patrimonio de la Junta de Castilla y León persiste en prohibir el uso de la iglesia de Santiago de Peñalba para los funerales de habitantes o nativos del pueblo, tendrá enfrente a todos los lugareños. Portavoces del vecindario reivindicaron ayer la disponibilidad del templo, joya del mozárabe, para este tipo de celebraciones tras la última denuncia presentada por el vigilante al oficiarse el pasado 27 de enero uno oficio mortuorio sin permiso de Cultura. Aunque las mismas fuentes explicaron que el cura párroco aseguró contar con autorización, y descartó que en el intercambio de pareceres con el guardia del monumento se produjeran mayores altercados. «Vamos a celebrar todos los funerales, que por desgracia pueden ser muchos porque una gran parte de la población supera los 80 años», significó a este periódico uno de los representantes de este pequeño pueblo del valle del Silencio. Este portavoz, al hilo de la denuncia difundida por este medio, admitió que Patrimonio les negó la autorización para el sepelio por dos veces y reclamó sensibilidad a la Junta con unos vecinos que ya se conforman con celebrar cada sábado la misa en la oficina de la Junta Vecinal. Un local de apenas doce metros cuadrados. Los habitantes de Peñalba recuerdan que incluso hace un año, cuando falleció el antiguo guardia de la iglesia, el funeral se trasladó a la basílica de La Encina para evitar contratiempos con las obras de restauración, en aquel momento en pleno apogeo. Desde este prisma, los vecinos expresaron a la Junta que ellos son los primeros defensores y conocedores del «valor extra» que encierra la iglesia, máxime tras la aparición de las pinturas califales del siglo X, consideradas únicas en España en un templo cristiano. Por eso garantizaron que nunca se van a producir daños en su interior.