Los leonesistas creen que el Ayuntamiento no debe demoler el edificio del hipermercado | Reportaje | Sucede en Compostilla | UN MATIZ
La UPL tasa en 10 millones la conversión de Carrefour en palacio de congresos Las cigüeñas vuelven loca a Endesa Insumisión congresual
El complejo, según la propuesta, debería ser gestionado luego por el Consejo Comarcal del Bierzo La eléctrica
La reapertura por parte del PP del debate sobre el uso de la parcela que ocupa ahora Carrefour, una vez que el hipermercado se traslade al nuevo centro comercial de La Rosaleda, fue aprovechada ayer de inmediato por la UPL. La formación leonesista volvió a plantear al Ayuntamiento que una vez que disponga del terreno no derribe la edificación con un fin muy concreto. El secretario de la UPL en Ponferrada, José Manuel Barrios, con el respaldo técnico del arquitecto Pablo Arana, considera que la estructura es perfectamente reconvertible como palacio de congresos y exposiciones. Con esta perspectiva, los leonesistas incluso se atreven a ofrecer una cifra de lo podría costar la remodelación. «Se elevaría a poco más de diez millones de euros», subrayó Barrios. Para sufragar esta cantidad, la formación sostiene que la obra civil y la dotación de mobiliario podría financiarse entre el Ayuntamiento de Ponferrada -a través de la aportación del solar-, la Junta de Castilla y León, y el Ministerio de Cultura. La implicación financiera de estas dos administraciones respondería al carácter comarcal que se otorgaría a la programación del palacio de congresos. Auditorio para 1.800 En el mismo, según la valoración técnica ofrecida ayer por Barrios y Arana, sería imprescindible disponer de un auditorio con capacidad para no menos de 1.800 personas, una sala de exposiciones de mil metros cuadrados, y un recinto ferial de 2.000 metros cuadrados. A su juicio, Ponferrada y el Bierzo en particular carecen de equipamientos culturales, y este proyecto vendría a satisfacer «sobradamente» la realización de un centro de estas características. Para celebrar no sólo congresos, también exposiciones, conciertos o ferias. Desde un prisma de gestión administrativa, la UPL también introduce una novedad en la hipotética materialización de esta obra. Puesto que el uso del palacio sería de ámbito comarcal, «debería buscarse», manifiestan los responsables leonesistas, «la forma jurídica para ser gestionado por el Consejo Comarcal del Bierzo». No se precisa, sin embargo, de dónde obtendría los fondos para esta tarea. Los vecinos del poblado de Compostilla, en Ponferrada, contemplan desde hace días, entre divertidos y preocupados, la lucha que mantienen empleados de Endesa y una pareja de cigüeñas que intenta anidar a toda costa en la copa de una chimenea de la antigua residencia de ingenieros. El imponente caserón ha sido una «vivienda» tradicional de estas aves. Pero el año pasado la compañía aprovechó la ausencia de los últimos moradores para derribar un portentoso nido. Esta temporada, sin embargo, las cigüeñas no se han rendido y mientras personal de la eléctrica se dedica de todas las formas posibles a espantarlas, las aves no hacen más que recoger palos y otros materiales de las zonas verdes más próximas para reconstruir su nueva morada. Hasta el punto de que tal vez sea la compañía la que tenga que bajar los brazos, e ir pensando ya en una torreta artificial con nido «prefabricado» incluido. QUIERO ser muy respetuoso con la opinión de la UPL y de la de seguramente muchos partidarios de que Ponferrada cuente con un palacio de congresos estupendo. Además no dudo que los leonesistas se hayan «currado» ese presupuesto de diez millones de euros para la obra. Yo nunca he sido un convencido de que el porvenir de la actual parcela de Carrefour deba consagrarse a una monumental plaza plana. Ni tampoco de que la galería comercial deba ser arrasada sin más. De lo que sí estoy seguro frente a la obsesión pro-palacio de congresos, es de que Ponferrada tiene otra serie de necesidades, incluso básicas, mucho más perentorias. Si en la vida que tengo, al margen del teatro, hubiera visto alguna vez en esta ciudad más de 150 asistentes al estreno de una exposición o a una conferencia, entonces presumiría de haber asistido a un milagro. Tal vez alguien piense que ahí está la galísima de los Micrófonos de Oro. «¿Pero que pasa, que los invitados van a cenar en el auditorio?». Ponferrada, mal que nos pese, no tiene tradición congresual, ni está en disposición de competir con León, con su flamante palacio ya en ciernes y una notable dotación hotelera. Aunque los diez millones salgan de la Junta y del Gobierno central no creo que este Ayuntamiento pueda asumir la factura de mantenimiento de un centro de esta índole. A mí si me suben los impuestos que sea para un parque en Compostilla, aceras nuevas en la Estación o más policía de barrio.