Si no votas no cuentas

MIENTRAS asimilamos los tres grandes proyectos ponferradinos aprobados en un pequeño espacio de tiempo, a saber, subvenciones millonarias para el casco antiguo, el castillo, el nuevo puente y nuevo barrio, así como el macrocentro comercial: Toma, toma y toma. Hechos y no palabras que Dios te crió. La oposición a duras penas no gana batallas pero sí la lucha de guerrillas: Zapatero dice a Luis del Olmo que en abril anunciará más inversiones para la Capital de la Energía, el Ciemat tendrá sede y personal esta legislatura y mañana técnicos visitarán Endesa para llenarlo de contenido. Y mientras también el PP berciano inicia la renovación de juntas locales bajo la atenta mirada de López Placer, Cerezales y Velasco. Aunténticos y únicos presidenciables comarcales. La campaña del referéndum europeo pasa sin pena ni gloria por aquí. Confieso que soy del 10 por ciento, según encuestas oficiales, que ha leído la futura Carta Magna Europea. Un fin de semana de amena lectura. Creo que se avanza muchísimo en derechos sociales y opino que España pierde peso, decisión, en los órganos de gobierno europeos dejándonos en un puesto intermedio. Por ejemplo: Francia mandará más que nosotros y España más que Portugal. En cuanto a la cuestión religiosa se nota la mano jacobina de Valery Giscard D¿Estaing. La aconfesionalidad europea se impone. Cosa que como católico me fastidia. Somos mayoría los protestantes y católicos, cristianos a fin de cuentas. Está bien dejar un texto abierto a las raíces judías, musulmanas y demás creencias. No cerremos los ojos al cosmopolitismo de Londres, a los lazos turcos de Alemania, a la propia Ankara, a los colectivos árabes de Francia y España, a los ortodoxos del Este... Pero hecho en falta una referencia en el texto a la mayoría católica europea. Si no votas, no cuentas. Rezaba un eslogan en tiempos de lucha por los derechos civiles de la raza negra, años 50 y 60 en USA. Y es verdad. Votar es un derecho y casi un deber a tenor de los millones de personas que han muerto para que nosotros tengamos esa libertad. Liberales, constitucionalistas, republicanos, mujeres sufragistas de todas las naciones, iraquíes haciendo colas para votar bajo la amenaza-chantaje terrorista, vascos españoles... Muchos y en demasiado tiempo sufren para que ahora nosotros les demos la espalda. Hay que votar. Incluso para hacerlo en blanco como protesta. O sí, o no. Que también vale. Pero hay que votar.