De parto, sin saberlo, camino del hospital dentro de un taxi
Según pudo saber este diario, la joven declaró que ella se encontraba mal y no sabía muy bien lo que le pasaba. Por eso decidió subirse a un taxi y cuando circulaba por la avenida de La Cemba camino del Hospital del Bierzo, se encontró peor y mandó parar al conductor del coche, al que le comunicó que tenía la necesidad imperiosa de orinar. De esta forma, y sin que el taxista se enterase de nada, la muchacha se adentró en la penumbra y allí sufrió el aborto, quedando en el suelo de la calle, pegado a la pared del edificio el feto con su placenta y cordón umbilical. La muchacha identificada manifestó que ni se enteró de lo que ocurrió en realidad, y pensó que todo lo que había expulsado eran todo líquidos y no se percató de que en realidad era un feto de 22 semanas de gestación.