El carbón y la pizarra intensifican la seguridad ante la ley de explosivos

Un grupo de medio centenar de ingenieros y empresarios de explotaciones de canteras de pizarra, granito y minas de carbón de interior y exterior mantuvieron ayer un encuentro de trabajo en Ponferrada con el subdelegado del Gobierno, el delegado de Industria y el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de León para recabar inquietudes, ahondar en las soluciones a la problemática del sector y con ello avanzar en la redacción definitiva del nuevo reglamento de uso de explosivos. La adopción de medidas para contar con las máximas garantías de seguridad y así evitar la sustracción de material explosivo fue uno de los asuntos en los que se centraron. Con el robo de dinamita en una mina asturiana, que trajo como consecuencia su uso en los atentados terroristas de Madrid, se pretenden cerrar todas las posibilidades a que se repita una circunstancia similar. En la reunión, los empresarios del Bierzo hicieron aportaciones al proyecto de reforma del reglamento de explosivos. Una de ellas se centra en la necesidad de que las autoridades tengan en cuenta la «diversidad» a la hora de aplicar el reglamento. Según el subdelegado del Gobierno, Francisco Álvarez, «los empresarios quieren que se contemplen todas las diferencias, y eso es razonable, puesto que no es lo mismo una mina de interior y un cielo abierto, una explotación de pizarra o una de carbón; ni tampoco una gran empresa que otra pequeña». En este sentido, desde la Subdelegación del Gobierno se considera «razonable» la propuesta patronal. Las autoridades provinciales dejaron claro que el nuevo reglamento de explosivos, «en ningún momento va a suponer una merma de capacidad inversora o del sostenimiento de la propia empresa». No obstante, sí habrá alguna modificación en cuanto a medidas de seguridad de polvorines, accesos y controles, pero se abrirá un periodo de adaptación, según avanzó Francisco Álvarez. El subdelegado dijo que el encuentro con los empresarios no pretendía dar consigna alguna, sino más bien recabar sus mensajes y «exprimir la literalidad del reglamento de explosivos».