Pedro Fernández, quien te ha visto...

...Y QUIÉN TE VE. «A estas alturas, ya no tiene sentido recurrir», afirmó al oir la sentencia por la que se le condenaba a tres meses de prisión por simular el robo de 400 ovejas en su granja. Pedro Fernández, sindicalista minero de la UGT metido a político, llegó nada más y nada menos que a ser alcalde de Villablino, diputado provincial para representar a Laciana en el Palacio de Los Guzmanes capitalino. Evidentemente, era otros tiempos, y mejores. Nada tiene que ver la trayectoria, paralela en cierta forma, de otro sindicalista minero, Conrado Alonso Buitrón, quien también se metió a eso de la política, ostentando durante más de una década altos cargos en el Congreso y el Senado nacionales. Fernández, entre estiércol y condenado al olvido mediático. Buitrón, disfrutando de una cómoda jubilación con voz y cierto mando en el Santa Santórum del socialismo berciano. Qué iguales las partidas. Qué distintas las llegadas. Laciana, como su exalcalde, sobrevive al escándalo de las afiliaciones falsas del PSOE que años atrás tuvo en un brete a Zapatero por culpa de Fernández. Laciana tuvo malos representantes públicos y el pago es el olvido. El exalcalde socialista Crespo abandona también la nave desesperado. El Bierzo tiende la mano a la comarca hermana de Laciana, Ponferrada mira a Villablino, pero la Junta no quiere terminar la autovía que tanta riqueza dio y que solucionaría buena parte del alejamiento. Y Pedro Fernández simulando hurtos para cobrar seguros... En el Bierzo el PP renovó las juntas locales de Villafranca y quiso a renglón seguido recuperar la alcaldía, la UPL se opuso; de Bembibre y Velasco quedó con autóritas y potestas en todo el Bierzo Alto de cara a futuras ententes internas comarcales. En Ponferrada Juan Elicio Fierro y Luis Antonio Moreno se vislumbran como presidente y secretario locales, quedando Darío Martínez como «hombre de la Local y de confianza del alcalde, López Riesco» en la futura Ejecutiva comarcal a la que aspiran, además de Velasco, el nuevo «señor de Bembibre, o más bien del Bierzo Alto», Cerezales y López Placer. Una columna de estas explicaré los avales y posibilidades de cada uno de ellos. Y desde Astorga, compañeros del gremio se enojan porque «los del Bierzo quieren la oficina pública en casa y no tener que ir a León. Eso no puede ser». Les respondería que el Bierzo tiene una caída de 340.000 habitantes, mucho más que la mitad de provincias de Castilla y León que conocemos. Al César.