Cómo prender fuego en nueve focos sin que nadie lo impida

Rosa, deficiente mental de 46 años, prendió fuego en nueve ocasiones en un monte de Hornija (Corullón) sin que la persona que se encargaba de su custodia mientras pastoreaban un rebaño pudiera hacer nada por impedirlo. Un juez así lo ha creído, pero al abogado de la Junta de Castilla y León le parece «absolutamente ridículo» y por eso ha decidido apelar la parte de la sentencia que exonera de responsabilidad civil a la madre y tutora de Rosa, autora confesa del incendio que en marzo del 2002 calcinó diez hectáreas. A Rosa, absuelva penalmente del delito de incendio al aplicar el juez la eximente de su minusvalía intelectual, le han prohibido pastorear en el monte durante cinco años. También deberá someterse a un programa formativo para evitar que pueda provocar más incendios y a indemnizar a la Junta con los 3.354 euros que costó la extinción. Otra cosa es que quien tiene la guardia y custodia de la autora del incendio no sea responsable al menos de negligencia, según la valoración de la Junta. La administración autonómica entiende en su apelación que la madre y tutora de Rosa cometió una doble negligencia por no estar con su hija y por dejarla a cargo de una vecina, M. F. L. A, que asegura que no pudo impedir que prendiera fuego. Y es que la pastora incapaz mental habría tenido tiempo de prender fuego «¡en nueve ocasiones!», recuerda el letrado de la administración autonómica entre admiraciones en su recurso de apelación. Algo que a juicio del abogado de la Junta «implica no sólo una falta de diligencia total y absoluta en la custodia de la incapaz, sino más bien una complicidad o participación activa en esa actividad ilícita». ¿Otros autores? Ya durante el juicio penal celebrado a finales del mes de enero en Ponferrada, las acusaciones solicitaron al juez una investigación en profundidad del incendio ocurrido en marzo de 2002 por sospechar que la acusada, que desconocía el verdadero alcance de sus acciones, no había actuado sola. La forense también declaró durante la vista oral que la acusada pudo haber actuado «por mimetismo», copiando las conductas de otras personas. La sentencia sin embargo, dio por buena la versión de la vecina, M. F. L. A, que afirmó que no pudo evitar el incendio porque Rosa se alejó de ella hacia unas fincas de su propiedad, donde prendió fuego.