La gran promesa blanca, el Godello

LOS informes técnicos señalan que España la superficie de viñedo de variedad blanca supera a los viñedos de variedades tintas, quizá por un antiguo concepto de productividad. Un ejemplo lo encontramos en nuestra zona, es bastante normal en un viñedo viejo de poca extensión la longeva convivencia de variedades tintas y blancas. La explicación, la vinificación conjunta para producir grandes cantidades, sin preocuparse de separar variedades, ni calidades. A partir de los años ochenta el concepto de viticultura cambió, se recuperaron variedades autóctonas gracias al resurgir de las denominaciones y a la apuesta de proyectos independientes. Si bien esto tuvo más repercusión en las variedades tintas, que en las blancas, que siguieron apartadas del camino de la fama. Aún se sigue creyendo, incluso entre el público más iniciado, que los vinos blancos son para las mujeres, o que el mejor blanco es el tinto; Desgraciadamente, no hay mucha cultura de vinos blancos, estamos acostumbrados al consumo de blancos jóvenes y las crianzas sobre lías y en barrica está reservado para un público muy iniciado, a diferencia por ejemplo de lo que se suele hacer con los riesling en Alemania, cuya evolución en botella es siempre positiva, obteniendo con el paso del tiempo matices realmente desconocidos para el consumidor de blancos de este país. Vinos con volumen, complejos de nariz. Afortunadamente a medida que se han ido recuperando las variedades autóctonas tintas, también se han potenciado las blancas y hoy en día podemos contar con grandes blancos en el mercado español de variedades como la verdejo en Rueda, Viura en Rioja, las tres que forman el cava, macabeo, xarer.lo y parellada. Quizá las variedades blancas más famosas se encuentran en la vecina Galicia, con su Treixadura, Torrontés, Albariño o Godello. La Godello está resurgiendo en la cercana Valedoras como la gran esperanza blanca en mayor proporción que el albariño. Muchas bodegas han apostado por la reestructuración del viñedo y la recuperación de las cepas viejas de la zona de Valdeorras. Esta variedad adquiere matices muy particulares en la zona, debido fundamentalmente a la temperatura y humedad, caracterizándose por un tono amarillo pajizo, con bastante cuerpo y acidez. Para algunos el Godello es la gran esperanza de las variedades blancas, por su capacidad de adaptación hace la competencia a las otras variedades blancas.