Aprobadas las obras del Castillo y del nuevo abastecimiento desde Bárcena

El PP y el PSOE se pusieron ayer de acuerdo para sacar adelante tres proyectos capitales para el futuro de Ponferrada. La aprobación por el pleno municipal de las obras de restauración del Castillo de los Templarios, de la construcción de la nueva traída de aguas desde el pantano de Bárcena y la presentación de alegaciones al Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes (Peit) del Gobierno para que Ponferrada cuente con un tren de alta velocidad de doble vía y mixto de transportes y mercancías en el 2010, lograron la unanimidad de toda la corporación. Los ediles aprobaron sin apenas debate el proyecto de restauración del Castillo elaborado por la firma del arquitecto Fernando Cobos y el expediente para sacar a contratación pública las obras en los próximos tres años por un presupuesto total de 4,62 millones de euros, en su mayor parte procedentes de la subvención obtenida del Espacio Económico Europeo. La inversión en la fortaleza para este año será de 1,1 millones de euros, teniendo que aportar el Ayuntamiento 232.000 de los algo más de 900.000 que le corresponden para cubrir su porcentaje. Menos debate suscitó otra obra importante para la ciudad. El pleno aprobó sin ninguna objeción el proyecto del ramal de enganche a la red de Ponferrada desde el pantano de Bárcena, con su depósito regulador, que supondrá una inversión de 4,8 millones de euros de la administración autonómica, la modificación del convenio firmado con la Junta para ejecutar la obra y la puesta a disposición de la Consejería de Medio Ambiente de los terrenos para realizar la conducción que debe resolver el abastecimiento de la ciudad para los próximos años y permitir la reducción de la captación del río Oza. Alta velocidad, con retraso La presentación de alegaciones al Peit, consensuada días atrás por los dos grupos, generó más debate, aunque las diferentes interpretaciones del PP y del PSOE sobre las intenciones de los sucesivos gobiernos centrales de ambos partidos no influyó a la hora de votar unánimemente. El alcalde, Carlos López Riesco, insistió en que el Peit supondrá un retraso de al menos «dos o tres años» sobre los antiguos planes del ministerio de Francisco Álvarez Cascos, que ya contaba con un estudio informativo del proyecto de alta velocidad que habría que encargar de nuevo en caso de que se aceptarán las alegaciones. Riesco lamentó que el Peit sitúe su horizonte en el año 2020 y no responda a las necesidades del Bierzo. «Nos quita la doble vía y la alta velocidad», dijo. «El proyecto de Cascos no era un AVE y a ustedes les valía», le replicó el edil socialista y también presidente del Consejo del Bierzo, Ricardo González Saavedra. El concejal reconoció que si el Peit acepta la alegación de la doble vía «es posible que se produzca ese retraso», pero dejó claro que «para tener el tren que proyectaba Cascos, no tiene porque haber retrasos». Riesco reconoció a continuación que a su grupo le parece «suficiente» una única vía entre León y Ponferrada si es de alta velocidad y recordó que «la última revisión del proyecto, con Cascos, estableció tiempos de dos horas y cuarto entre Ponferrada y Madrid y 25 minutos (sic) con León», pero que en aras del consenso ha aceptado «un acuerdo de máximos» con el PSOE para reclamar una doble vía que no sería estrictamente necesaria porque «no se van a cruzar los trenes».