La pedanía de San Juan de la Mata propondrá al Ayuntamiento que apruebe una ordenanza
Sancedo regulará la recogida de setas para evitar el expolio de los temporeros
Los impulsores de la iniciativa pretenden cubrir el vacío legal y triplicar la producción actual
La llegada de una treintena de temporeros contratados por una empresa valenciana arrasó en una semana con la mayoría de las setas de la pedanía de San Juan de la Mata el pasado otoño, hasta el punto de poner en peligro la recolección de la próxima temporada en una zona donde habitualmente se recogen en torno a 50.000 kilogramos anuales. Tanto es así, que la Junta Vecinal pretende ahora que el Ayuntamiento de Sancedo apruebe la primera ordenanza municipal para regular la recogida y prohibir la temida técnica del rastrillado, que interrumpe la germinación porque arrasa con todo. Los impulsores de las ordenanzas confían en que las normas no sólo eviten el expolio del último otoño, sino que también tripliquen la producción y convierta la recogida en un recurso económico que revierta en la zona, como ya sucede en las comarcas zamoranas de Sanabria, Carballeda y Los Valles. Y es que la riqueza micológica de San Juan de la Mata, quizá la zona del Bierzo donde se recogen en mayor cantidad de setas comestibles, ya han llamado la atención de las firmas que las distribuyen en el mercado alimentario. Por primera vez este último otoño, los vecinos de la pedanía han visto como furgonetas de temporeros sacaban de sus montes grandes cantidades setas. El precio del níscalo, la especie más común, ha oscialdo entre los 10 y los 18 euros en la última temporada, al igual que el de la chantarella, asegura Máximo Pérez, uno de los impulsores de la iniciativa junto con el pedáneo de San Juan de la Mata, Juan Salví, Ángeles Álvarez y Félix Santalla. Vacío legal La ordenanza, que cubriría un vacío legal, no pretende limitar el acceso de recolectores de fuera de la localidad, simplemente prohibir el uso de técnicas de recolección intensivas. «No estamos en contra de los temporeros. El problema del rastrillado es que rompe el micelio e impide la germinación por esporas. Lo que pretendemos acabar con la recogida indiscriminada», explica Pérez, que junto a otros impulsores de la iniciativa ya ha podido visitar las cooperativas zamoranas que comercializan setas en un viaje promovido por el proyecto Myas, financiado con fondos del plan Leader Plus. También en el Bierzo Alto, la Sociedad Micológica de Noceda se están planteando una mejora en la recogida para comercializar las setas a través de la cooperativa local que centraliza la recolección de las castañas y las distribuye en el mercado.