El inicio de las obras adjudicadas a Trycsa está previsto para el lunes
Comienza la recuperación de Cornatel con 1,2 millones de euros
Las obras permitirán una visita segura y rehabilitarán una estancia como centro de visitantes
Los andamios volverán a ocupar el lunes los muros del castillo de Cornatel después de cinco siglos desde su última reconstrucción. La Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, entidad formada por las cajas de ahorro de la comunidad y por el Gobierno regional, anunció ayer el inicio de las obras de restauración de la emblemática fortaleza, que suponen una inversión próxima a los 1,2 millones de euros, financiados por la propia fundación con la colaboración de la Diputación de León (que aporta el 19% del presupuesto) y del Ayuntamiento de Priaranza (pone un uno por ciento). Una fecha tan señalada como la del próximo lunes -el de Cornatel es el segundo castillo del Bierzo, tras el de Ponferrada, en recibir fondos públicos en una cantidad apreciable- reunirá en la milenaria fortaleza cercana a la localidad de Villavieja al director de la Obra Social de Caja España y patrono de la Fundación del Patrimonio, Matías Pedruelo, y al gerente de la propia Fundación, Ramón Álvarez, que estarán a mediodía para presenciar el comienzo de las obras de restauración. La restauración, que sigue el plan director elaborado por el arquitecto Fernando Cobos, también responsable de la restauración del castillo de Ponferrada, se llevarán a cabo una vez concluidos los trabajos arqueológicos y de consolidación previos. Las obras permitirán acondicionar las ruinas de Cornatel para que puedan visitarse con seguridad, a la vez que recuperarán una de las estancias para que sirva como centro de recepción de visitantes. La intención de la Fundación del Patrimonio Histórico, que ha adjudicado los trabajos a la empresa especializada Trycsa, también es señalizar todo el recorrido por el castillo con información detallada sobre la historia de la fortaleza que perteneció al conde de Lemos y que a finales del siglo XV sufrió el asedio de los campesinos gallegos durante la revuelta de los irmandiños.