Las obras de Cornatel recuperarán dos estancias y la torre en 10 meses

Dentro de diez meses, si el viento y la lluvia invernal no lo retrasa todo, el castillo de Cornatel abrirá sus puertas a los visitantes sin riesgo de derrumbamiento y con la Torre del Homenaje, el salón principal y el adarve que recorre las murallas recuperadas después de cinco siglos de expolio y abandono. Los turistas podrán disfrutar además de la antigua casa doméstica reconstruida para servir de centro de recepción. El de ayer fue un día que pasará a la historia de un lugar, el cuerno de Priaranza, donde desde hace mil años siempre se ha levantado una fortaleza. La Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, formada por la Junta de Castilla y León y las seis cajas de ahorro de la comunidad, dio comienzo a unas obras presupuestadas en 1,2 millones, financiados por la propia entidad, con la colaboración de la Diputación de León y en menor medida por el pequeño Ayuntamiento de Priaranza. Los trabajos de desescombro, consolidación de muros y recuperación de estancias, adjudicados a la empresa especializada Trycsa, se prolongarán por espacio de diez meses y medio, según adelantó al pie del castillo el gerente de la Fundación del Patrimonio, Ramón Álvarez. Los trabajos, de acuerdo con el Plan Director del arquitecto Fernando Cobos, restaurarán y harán accesible una parte del adarve para que los visitantes puedan recorrerlo sin riesgo y disfrutar de las vistas. Los operarios intervendrán además en tres de los edificios principales; excavarán y recuperarán el nivel inferior de la sala principal, aprovechando el zaguán y la escalera descubierta en las excavaciones arqueológicas, reconstruirán los suelos la Torre del Homenaje para incluirla en el recorrido por el adarve y recuperarán el tejado y el piso intermedio de la casa doméstica, tras consolidar los muros de su perímetro, ahora apuntalados por el riesgo de derrumbamiento. Todo ello, especialmente el desescombro en dos o tres metros del patio, obligará a instalar una grúa de unos cincuenta metros de altura para sacar del castillo los materiales.