Treinta personas se concentran por el desalojo del colectivo de enfermos desida

Agentes judiciales desalojaron ayer la sede de la Asociación de ayuda a enfermos de sida Caracol, ubicada en la calle General Vives 34 de Ponferrada. De esta forma se hizo efectiva la sentencia que dio la razón a la comunidad de propietarios, quienes denunciaron a Caracol por incumplir los estatutos en los que se prohibe el uso de los pisos para otro fin que no sea el de vivienda. El portavoz de la Asociación de ayuda a enfermos de VIH- Sida Caracol, Juan Rego, consideró ayer que la orden de abandono del inmueble es un «atropello y un atentado a los derechos humanos». «Nos vamos porque se nos exige. Deberíamos seguir aquí. Esta situación viene dada por los prejuicios de la comunidad de vecinos», sentenció. Una treintena de personas se congregaron ayer con el lema: «Por el respeto y la dignidad de las personas con VIH-Sida», a las puertas del inmueble de la capital berciana para denunciar la marginación que sufre este colectivo. Rego explicó además que ya han usado el piso de General Vives otros colectivos . «En la misma asociación que estuvimos nosotros estuvo también la iglesia agnóstica cristiana y como tenía una estampita allí puesta, no hubo ningún problema. También se estuvieron dando clases particulares. En fin, que los estatutos de la comunidad aquí no los cumple ningún vecino», remarcó el portavoz del colectivo. Al grito de «Esto un punto de información y no de infección», la protesta contra la orden de desalojo se desarrolló sin ningún tipo de incidente. Por su parte, el Foro Social del Bierzo se sumó al colectivo asistiendo a la concentración a las puertas del edificio. Caracol deberá iniciar - una vez desalojado totalmente el inmueble- el traslado a los locales que ocupará, de manera provisional, en las dependencias del Consejo Local de la Juventud hasta que esté acabado el acondicionamiento de los que el Ayuntamiento de Ponferrada les cederá en los bajos del pabellón municipal del Toralín.