El PP elige presidente comarcal a Cerezales en medio de una trifulca

El Partido Popular eligió anoche a Fidel Cerezales presidente de su Junta Comarcal en medio de una trifulca dialéctica entre el sector crítico y la dirección provincial de la formación. El uso del voto ponderado -que hacía que el voto del presidente de la agrupación de Ponferrada valiera como 65 y el de Bembibre por 20- y a viva voz -aunque los críticos reclamaron su derecho constitucional a que fuera secreto-, encrespó los ánimos durante la votación que el sector afín a Fátima López Placer consideró «un auténtico pucherazo». Cómo era de esperar, el sector crítico anunció que impugnará tanto la votación como el sistema empleado por ser «anticonstitucional», y al menos el representante de Villablino, José Luis Suárez, insistió incluso en recurrirá a los tribunales. «El sufragio debe ser libre y secreto, el voto ponderado y a viva voz incumple la Ley de Partidos», acusó. El grupo de fieles de Placer no dejó de protestar en el transcurso de la reunión, y reprochó a la dirección comarcal que propugnara «un sistema de votación a la medida» de Cerezales y que habría dejado sin derecho a voto por no llegar supuestamente al mínimo de afiliados a agrupaciones como la de Arganza, Camponaraya y Borrenes. Los críticos también acusaron a los oficialistas de tener un doble rasero para aceptar afiliaciones, tanto como de usar el voto ponderado allí donde a la dirección le convenía. El secretario provincial, Eduardo Fernández, que presidió la votación junto a la presidenta provincial, Isabel Carrasco, negó todas las acusaciones, incluida la del uso de un sistema diferente al de otros juntas de León, y reiteró que el sistema de votación se había aprobado en el último Congreso Provincial con enmiendas a la ponencia. Los críticos replicaron que nadie les informó de la enmienda que introdujo el voto ponderado durante el Congreso. « Si la gente no estaba lo suficientemente atenta no es cosa nuestra», dijo durante la votación. Los ánimos se había encrespado por la negativa inicial a dejar pasar a afiliados que no iban a votar, como los secretarios de agrupaciones. Finalmente, la reunión fue pública, lo que dio pie a más de un descontento a cargar contra la dirección. «Cuando hace ocho años, lo que se trataba era de echar a Ismael (Álvarez) sí que había una urna», reprochó a Fernández un virulento militante ponferradino. «El sufragio debe ser libre y secreto. El voto a viva voz y ponderado incumple la ley» JOSÉ LUIS SUÁREZ Militante del sector crítico