Excepciones y soluciones a un problema que afecta a todos
Pardamaza cumplirá este verano su primer año con alumbrado público, inaugurado en agosto ¡del 2004! Espinoso de Compludo se ha restaurado y plagado de casas rurales típicas bercianas, San Adrián de Valdueza vive en un frenesí de rehabilitación de viviendas, casi todas como segundo hogar eso sí, pero rescate del pueblo al fin y al cabo... Son escasos ejemplos de que no todo es negativo a la hora de analizar el grave problema de la despoblación. La Junta de Castilla y León ha lanzado esta misma semana 73 medidas para frenar la despoblación rural, fruto del trabajo de la Comisión sobre Población que creó previamente, recoge además un Pacto y un Observatorio destinado para tal fin. El PSOE anunció 200 medidas, el PP 147. Incluso el Consejo Comarcal pide su plan contra la despoblación. En síntesis, todos apuestan por ayudas a la natalidad, creación de empresas, rehabilitación de casas y patrimonios de especial interés, dotar de servicios de educación y sanidad básicos a pesar de la poca población y, de los seis criterios para declarar zona de actuación preferente, El Bierzo cumple los seis: área periférica, despoblada, minera, de montaña, retroceso demográfico y espacio o paisaje natural protegido. Así la comarca tiene que reclamar a través de sus representantes la parte de las ayudas regionales que le corresponde con respecto a esta materia. Aunque otros no creen en la «cultura de la subvención». Horacio García, trabajador social y estudioso del tema cree que «políticas natalistas, inmigración y empleos subvencionados no son suficientes, la Renta Básica Ciudadana es la respuesta» . El presidente del Consejo Comarcal, Ricardo González Saavedra cree que «son necesarias más infraestructuras y más industrias». El sociólogo José Manuel Barrio cree que «el desarrollo de un pueblo tiene un indicador magnífico en la evolución de su población». Desde la UPA, pequeños agricultores, se reclama a la Junta «una política agraria propia para frenar la despoblación y no esperar a los dictados de Europa». Otros retrasarían la jubilación hasta los 70 años. La UPL, a través de Pedro Muñoz sugirió en su día como una medida más «rebajar la presión fiscal en los hogares del medio rural para fijar su residencia».