| Análisis | Un reto social que exige respuestas políticas |
25 pueblos a punto de desaparecer
La despoblación, un fenómeno que se ha convertido en uno de los principales problemas políticos y sociales. En el Bierzo crece el número de pueblos con menos de 10 habitantes
La contundencia de los datos no deja lugar a dudas: 25 localidades bercianas están a punto de desaparecer. Eso, si es que no se pueden considerar, al menos diez de ellas, como despobladas. Un ejemplo, en la localidad de La Bustarga, perteneciente al municipio de Vega de Espinareda, están empadronadas cuatro personas, cuando uno se desplaza hasta allí puede evidenciar que son vecinos de Ponferrada que, por diversas razones, especialmente sentimentales o de antigua raigambre en la zona, quieren figurar allí aunque sólo vayan los fines de semana, e incluso no todos, puesto que en invierno el camino o pista forestal se hace inaccesible. Prácticamente despoblados Por municipios, Balboa y Vega de Espinareda son los que más entidades de población con menos de 10 vecinos cuentan con cuatro los dos. Según la Oficina de Planificación de la Diputación de León la lista sería la siguiente: Espanillo 8, Fuente de Oliva 4, Parajis 7, Ruideferros 6, Villarmarín 9, Corporales 7, Cruces 4, Pañacaira 5, Suárbol 10, Villarbón 6, Castrillo del Monte 2, Leiroso 7, Sanvitul 10, Carracedo de Compludo 3, Manzanedo de Valdueza 10, Santa Leocadia 3, Cerezal de Tremor 2, Fonfría 6, La Bustarga 4, Espinareda de Vega 9, Penoselo 9, Villar de Otero 10, La Treita 4, Peón 3 y Paradiña 10. A tenor de estas cifras, que son las oficiales hasta que no se renueven con nuevos datos que emanan de los municipios a Diputación, Junta e INE, diez pueblos bercianos se puede decir que han engrosado la lista de deshabitados como lo fueron hace tiempo Urdiales, Los Montes o Ferradillo, por citar algunos ejemplos contemporáneos. En cuanto a cifras de población, siempre variantes y con problemas de duplicidad en los padrones y censos, lo cierto es que el partido judicial del Bierzo y su área de influencia alcanzaría 140.000 almas, al contar La Cabrera y Laciana. El INE ya ha avisado que a pesar del repunte de la natalidad gracias a la inmigración, en doce años la comarca podría perder 13.000 personas, a casi mil por año redondeando cifras. Lo que queda claro es que Ponferrada crece con más de 65.000 vecinos por que las personas abandonan sus pueblos buscando una mayor calidad de vida, servicios básicos, mejor posibilidades de educación y sanitarios, amén de una absorción de empleo. La Diputación de León insiste en sus informes internos, avalados por universidades como la de Santiago o León en las ventajas y necesidad perentoria de unir a los municipios pequeños. Paradaseca hace años se unió a Villafranca, Ponferrada absorvió en su día San Esteban y Los Barrios, Fresnedo se dividió entre Toreno y Cubillos. Fuentes técnicas afirman que «la tendencia es a concentrar la población y servicios en Ponferrada que se uniría con Camponaraya, en Bembibre, Cacabelos, Fabero, Puente Domingo Flórez, Toreno, Torre, Vega de Espinareda, Villadecanes-Toral y Villafranca».