Abierto el Bosque de los Sueños

En el lugar donde hoy se levanta el Bosque de los Sueños, hace tres meses sólo había una pradera y un caballo. El descampado ha dejado paso a un recinto de 10.000 metros cuadrados, con 16 cabañas en torno a cuatro plazas, construidas con pino de Soria y dotadas con equipos domotizados para hacer más fácil la vida diaria de los discapacitados. Y desde anoche, el Bosque, que crece en Cubillos del Sil, tiene inquilinos; 88 niños discapacitados de toda España que pasarán el verano en el Bierzo gracias a la iniciativa de la Asociación de Parapléjicos y Grandes Minusválidos (Aspaym). Junto a ellos, otros 60 voluntarios y 86 chavales del propio Cubillos acompañarán a cada uno de los menores traídos por Aspaym para pasar las vacaciones, tanto como para ayudarles a integrarles en la sociedad y mejorar su calidad de vida. Enfermeras del Hospital de Parapléjicos de Toledo velarán además para que la estancia de los lesionados medulares sea lo más confortable posible. El Bosque de los Sueños, con los árboles donados por la Consejería de Medio Ambiente aún creciendo, abrió anoche sus puertas para todos los vecinos de Cubillos después de recibir y acomodar a sus huéspedes. Y lo hizo con una pequeña fiesta que contó con la actuación del grupo Celtas Cortos y la presencia de los responsables de Aspaym, de los alcaldes de Cubillos y Ponferrada y del delegado territorial de la Junta, entre otros. El acto sirvió para que los responsables del proyecto recordaran lo que era el campamento hace sólo tres meses y medio y cómo para ellos ha sido «un bosque de insomnios» durante ese tiempo, hasta que han podido ver que el sueño que alumbraron cuando contemplaron la pradera y el caballo se ha hecho realidad. Y es una realidad gracias al apoyo de una largo listado de empresas e instituciones a las que Aspaym agradeció anoche su apoyo, empezando por el Ayuntamiento de Cubillos, la Fundación Endesa, la Fundación Inocente Inocente y Vodafone, que han aportado fondos para algunas de las instalaciones principales del campamento, como el edificio de usos múltiples o el centro de acogida y han «apadrinado» las cabañas. Durante las próximas semanas, los menores disfrutarán de actividades adaptadas como golf, karting o remo, o acudirán a instalaciones municipales como las piscinas, el parque zoológico, la biblioteca o el polideportivo. Los inquilinos del Bosque ya pudieron pasear ayer por la nueva plaza de La Constitución, estrenada minutos antes de la apertura del campamento, que ha costado 350.000 euros y cuenta con una fuente en un espacio verde de ocho mil metros cuadrados. Dispuesta a pasárselo «en grande» Ana Fernández tiene 17 años. Padece distrofia muscular y depende de un respirador. Anita, como la conocen todos, y su madre Mª Carmen Sancho llevan muchos años colaborando con Aspaym. Anita no para de decir lo ilusionada que está con el campamento. El año pasado se eligió un colegio adaptado a sus necesidades y este verano con las cabañas va a ser todo mucho más divertido y hogareño. En todos los campamentos Anita se lo ha pasado «en grande». La gente es genial. «Hacemos muchas actividades, como en un campamento cualquiera: excursiones, montamos en quads (que es lo que más me gusta), hacemos gincanas, se cuentan historias por las noches...» dice con la sonrisa en los labios. Lo que más le gusta a Anita es el contacto con la gente, hacer amigos y reírse con ellos. Normalmente los chicos que van al campamento repiten al años siguiente, aunque siempre hay chavales nuevos. Todos ellos siguen en contacto durante el invierno y ahora por fin, volverán a reunirse en 'El Bosque de los Sueños'. El proyecto también es una ayuda para los padres que durante 15 días tienen un respiro. Por ejemplo Mª Carmen que tiene otros dos hijos y además trabaja.