| Reportaje | Una mirada a nuestra historia |
El medievo toca a su fin
Esta noche Carracedelo se quitará el disfraz de personaje medieval que le ha envuelto durante cuatro días y lo hará degustando los mejores manjares en la tradicional cena medieval
La edición de «El Medieval 2005» de Carracedelo toca, en la jornada de hoy, a su fin con la celebración de los actos centrales del programa ideado por la comisión organizadora. Los festejos se iniciarán a las once de la mañana con la celebración del primer concurso de pintura rápida «Tino Gatagán» sobre el monasterio de Carracedo. Los actos proseguirán por la tarde, a partir de las siete con la exhibición de un espectáculo a caballo, que lleva por título «La hechicera y los caballeros», a cargo de la cuadra de San Miguel. A esa misma hora, abrirá sus puertas el tradicional rincón de los artesanos. Más tarde, sobre las diez de la noche dará comienzo la popular y tradicional cena medieval, a la que está previsto que acudan más de 200 comensales, todos ellos convenientemente ataviados con ropas de la época. La encargada de pregonar las bondades de estos festejos será, en la edición de este año, la popular, Pilar Tabares. El camino de la doncella Ayer, el Medieval 2005 vivió uno de sus actos más importantes, el conocido como «El camino de la doncella», a través del cuál se representa la obra «El Señor de Bembibre» de conocido Enrique Gil y Carrasco. El recorrido, ambientado por el grupo de teatro «Compañía del Canal» llevó a todos los participantes a recorrer las localidades de Arganza, Campelo, Canedo, Quilós, Villabuena, Arborbuena y Cacabelos, desde dónde se desplazaron al Monasterio de Santa María de Carracedo, dónde culminó la ruta. Juglares, trovadores, caballeros y dulces doncellas hicieron que estos pueblos retornaran, por unos momentos, al pasado. Además, este año, como novedad, algunos miembros de la asociación organizadora del Medieval llevaron a cabo una representación de los antiguos oficios de la época del medievo, y se presentaron ante las personas que visitaron los actos hilando lana o enfurcando ajos, así como realizando otros oficios típicos de la época representada.