La presencia masiva de visitantes constató el éxito de una iniciativa con un futuro halagüeño
Veinte artesanos dieron lustre a la primera feria del sector del Espino
La gastronomía también contó con un papel destacado en una cita rodeada de calor
Cientos de personas visitaron desde primera hora la veintena de puestos artesanos que participaron en la primera feria artesanal del Espino. Como si de una de las ferias grandes se tratase, los coches se apiñaban a ambos márgenes del vial que une la localidad del Espino con la carretera comarcal LE- 711. Aunque la temperatura sobre pasó los treinta y dos grados, esto no impidió que los visitantes, especialmente bercianos afincados en Barcelona, Madrid y otras ciudades españolas que pasan sus vacaciones en la comarca, recorrieran los diversos expositores y contemplasen los trabajos en cuero, madera etc. expuestos por los artesanos de la Asociación de Artesanos del Bierzo. Los soportales construidos en los años ochenta con el fin de mejorar las instalaciones feriales y que próximamente serán destruidos dieron cobijo a los distintos artesanos y al público , haciendo más llevaderas las altas temperaturas que como en el resto de España padecemos estos días. Además una charanga puso aire festivo a esta primera edición de la Feria de Artesanía del Espino. La asistencia masiva de visitantes ha sobrepasado las expectativas que los organizadores habían puesto en la feria. Por ello la experiencia se repetirá el próximo año y para ello la organización ha fijado como fecha de celebración el domingo anterior al quince de agosto, fiesta en Honor a Nuestra Señora del Espino y una de las ferias grandes que se celebran en esta población, junto a la del uno de noviembre, festividad de Todos los Santos. Esta presencia masiva de visitantes se dejó notar también en la degustación de pulpo «a feira» y el churrasco. Según han confirmado propietarios de los diversos establecimientos que los días uno y quince de cada mes ofrecen la degustación de estos dos productos. La demanda superó a la de un día de feria normal. Y muchas personas entre las que se incluye este corresponsal de Diario de León tuvimos que esperar más de una hora para poder comer, a pesar de tener la mesa concertada para una hora determinada: pero la espera no fue nada comparada con el deleite que proporcionaron al paladar el pulpo y el churrasco. El esfuerzo de los vecinos del Espino en colaboración con la Asociación de Artesanos del Bierzo y el Ayuntamiento ha tenido sus primeros frutos en ese afán mostrado por los organizadores de recuperar para El Espino esa tradición ferial que caracteriza a esta localidad y que nunca debió de haber perdido, pues aunque aquellos tiempos en que la feria del Espino era el centro comercial y de trueque e incluso social de se área de influencia, no se volverán repetir debido a la globalización. La gente necesita relacionarse y este tipo de eventos son ideales a tal efecto.