Denuncian la acumulación de aguas fecales en un tramo del río deVillafranca

Un grupo de vecinos de Villafranca denuncian la falta de limpieza de las márgenes del río Valcarce a su paso por la calle Espíritu Santo, lo que, ante la acumulación de aguas fecales y los malos olores originados, les ha obligado a limpiar ellos mismos esta zona de desagües. Se trata, según recuerda uno de los vecinos que participó en las labores de limpieza, de un problema antiguo, que se lleva repitiendo más de 30 años y que se agudiza durante el verano, cuando baja el caudal del río y la zona se transforma en un pozo negro, importunando tanto a vecinos como a los peregrinos que cruzan esta calle en su camino hacia Santiago. De esta forma, año tras año se había solicitado al Ayuntamiento que realizase las limpiezas oportunas o que diese una solución definitiva, pero, a excepción de la pasada legislatura en la que en dos ocasiones operarios municipales adecentaron el entorno y una vez en la actual, siempre han sido los propios vecinos los que se han encargado de realizar estas labores. Consideran que la situación ha llegado a un límite este año, cuando fueron a solicitarlo y, según explicaron, desde el Consistorio se les dijo que «este año no habría problemas y no habría que limpiar, porque antes del verano la Confederación ya iba a empezar las obras de adecuación de las márgenes y todo quedaría solucionado». Sin embargo, las obras no han empezado en el plazo previsto, el Ayuntamiento lo ha pasado por alto y han sido de nuevo los vecinos lo que han tenido que limpiar las aguas fecales y hacer lo posible para mermar la insalubridad de este entorno. Ante esta denuncia, el alcalde de Villafranca, el socialista Vicente Cela afirmó que desconocía que se hubiera presentado alguna queja al respecto. No obstante, aseguró que se «interesará por el tema», aunque reiteró que «el problema se subsanará cuando se realizan las obras de adecuación de los ríos». Por su parte, el portavoz, Agustín García Millán reconoció que este es «un mal antiguo» del que, sin embargo, se tiene que responsabilizar el Ayuntamiento. «Este problema se iba a subsanar con dos colectores-interceptores que trasladaran los vertidos hasta una estación depuradora en La Gravera, pero, el Ministerio de Medio Ambiente dio a conocer el proyecto de adecuación de las márgenes de los ríos y vimos que nuestra iniciativa quedaba integrada dentro de una actuación más completa», señalo García Millán.