Diario de León

La supervivencia de las especies

La comunidad científica asegura que las llamas producen una mineralización acelerada de los componentes de la tierra, convirtiéndose en una superficie mucho más vulnerable El trabajo, por en

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S. C. Anuncibay - león
León

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Las llamas han arrasado más de 4.000 hectáreas en la zona del Bierzo y de La Cabrera. El fuego, que ha dejado su huella durante seis días, ha teñido de negro una zona que rezumaba color, y la fauna y flora ha quedado huérfana del paisaje que la vestía. Fuentes científicas consultadas por Diario de León han coincido en la valoración que han hecho sobre la repercusión que puede tener este incendio en el área afectada. El efecto viene determinado por una mineralización acelerada de los componentes de la tierra y, por lo tanto, una elevación del PH; por este motivo, se produce un aumento considerable del riesgo de degradación, ya que se hace más erosionable. Además, según las mismas fuentes, la pérdida de la cubierta vegetal implica que la superficie sea más vulnerable y por lo tanto disminuyan las reservas de aguas subterráneas, que constituyen los acuíferos de los que depende buena parte del consumo agrícola y urbano. En el proceso de combustión, y ya son siete días de incendios, se desprende dióxido de carbono, metano y partículas sólidas en suspensión. Estas emisiones contaminantes producen daños ambientales evidentes, contribuyendo al efecto invernadero y, por lo tanto, al cambio climático, tan esgrimido por Naciones Unidas para firmar el protocolo de Kioto. La zona quemada está constituida, principalmente, por matorral y monte bajo, aunque también han perecido pinos y castaños. Miguel Ángel Gallego, miembro de la asociación ecologista Tito Alba, ha criticado la política forestal de la Junta y ha subrayado que los brezos -calcinados por las llamas-tienen también mucho valor, «ya que hay muchas especies que viven de ellos». «Los fuegos tienen una evolución cíclica, por lo que dentro de diez años volveremos a tener otra catástrofe de estas características», manifestó Gallego, que dijo que existe muy poca capacidad de regeneración en la zona, tan castigada por este tipo de desastres. Del mismo modo, instó a la administración autonómica para que aplique las leyes y centre su actuación en la prevención y en una mayor vigilancia. La asociación ecologista ha vuelto a abrir la caja de Pandora ya que ha criticado la privatización de los medios para extinguir los incendios -negado por la administración, que esgrimen, como defensa, que la única empresa que opera es Tragsa, sufragada con dinero público-. «Con estas líneas de actuación hay alguien que se beneficia económicamente cuando se produce una catástrofe de esta índole. Si los helicópteros o los hidroaviones están parados se producen pérdidas», explico Gallego. Los cazadores, lloran por el fuego En la zona devastada por las llamas abundan los jabalíes, los corzos, la perdiz roja y los conejos. El presidente de la asociación de cazadores Riomonte, Miguel Fierro Casado, no se ha atrevido a cuantificar las pérdidas. «Todavía es muy pronto para evaluar los daños, habrá que esperar la evolución en los próximos días». En cuanto a la repercusión para la caza mayor, según este experto leonés, dependerá de las especies que hayan podido huir, «ya que tienen un instinto de supervivencia muy desarrollado, pero la perdiz y los conejos lo tienen muy complicado ya que poseen menos recorrido», asegura Miguel Fierro. Los animales que hayan perdurado se enfrentan a la destrucción de su entorno y a un paisaje desértico, en el que la comida va a brillar por su ausencia. Los pinos, un problema La reforestación de los bosques utilizando pinos es una de las medidas criticadas por todos los sectores. Biólogos, ecologistas y cazadores coinciden en señalar que donde abunda este árbol, y se produce un incendio, no vuelve a crecer la hierba. «El monte se recupera por sí solo, pero donde hay un pino, éste no vuelve a rebrotar», explican los cazadores.

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