Ponferrada invierte dos millones en depuradoras de agua para 16 pueblos

Los pueblos de Ponferrada, ubicados en las cuencas de los ríos Meruelo y Oza, así como el arroyo de Rimor, tendrán saneadas sus aguas residuales a finales del próximo invierno. Ayer, la junta de gobierno del Ayuntamiento adjudicaba por 2.008.000 euros la construcción de 16 depuradoras biológicas en otras tantas localidades. Los trabajos, que tienen un plazo de ejecución de seis meses desde el acta de replanteo de la obra, los realizará la unión temporal de empresas integrada por Cymotsa-Oms-Sacede. Las depuradoras biológicas beneficiarán a una población censada de 6.250 habitantes. En la cuenca del río Meruelo las depuradoras que se van a instalar corresponden con los pueblos de Bouzas, San Cristóbal de Valdueza, Palacios de Compludo, Espinoso y Compludo. En la cuenca del Oza, los beneficiarios son los núcleos de Peñalba de Santiago, Montes de Valdueza, Manzanedo, San Clemente, Valdefrancos, San Esteban, Villanueva, Valdecañada, Ozuela y Orbanajo. Está también prevista otra depuradora en el pueblo de Rimor, en el arroyo del mismo nombre. Con estas obras, el Ayuntamiento completa la depuración integral de todos sus núcleos urbanos. Eso sí, todo queda a expensas de que la depuradora general ubicada en Villadepalos entre a funcionar. Gran parte de los colectores generales están ya hechos, pero la instalación no está de momento operativa. El concejal Juan Elicio Fierro confiaba ayer en que la obra sea una realidad cuento antes para así poder completar el ciclo de la limpieza de las aguas residuales. Con las 16 depuradoras biológicas que implanta ahora Ponferrada se vienen a solucionar los problemas de aquellos pueblos que no tienen una conexión directa a la dupuración integral del río Sil. Las obras comenzarán cuanto antes. Ayer se indicaba que en unos quince días se esperan tener terminadas las correspondientes actas de replanteo y acto seguido empezarían los trabajos por los 16 pueblos. «Espero que sea hacia finales del invierno», decía Fierro. La mejora de los depósitos de las aguas residuales vendrá a dar respuesta a una demanda que se venía repitiendo desde hace tiempo en la mayoría de los pueblos, puesto que hay localidades que las fosas sépticas les están dando verdaderos quebraderos de cabeza por la posible contaminación. La capacidad de las fosas sépticas es insuficiente y prácticamente son depósitos de vertidos del alcantarillado general de los pueblos. El agua apenas se depura y se vuelve a verter con un mínimo de filtración, lo que ha despertado recelos en ocasiones por filtraciones de agua subterráneas. Las nuevas depuradoras que se van a implantar utilizan sistemas biológicos para transformar la materia orgánica que va en las aguas fecales. Esto se logra por la acción de los microorganismos mediante dos acciones complementarias. Los técnicos hablan de la acción por matabolismo y la fisicoquímica. Básicamente consiste en en conseguir una oxidación total de los vertidos. Esto conlleva que el líquido resultante pueda considerarse no contaminante, ya que lo que realmente causa problemas se ha reducido casi en su totalidad en el proceso fisicoquímico que implanta esta nueva depuración. El sistema está ya probado en otras muchas poblaciones.