Medio centenar de militantes del PP acuerdan crear un nuevo partido

«No hay vuelta atrás; ya está decidido». La frase es de uno de los mentores del nuevo proyecto político que se está gestando en el Bierzo y que, de momento, no quiere dar la cara por temor a represalias dentro del partido en el que aún milita. Son medio centenar de afiliados del PP, -lo concretan en cuarenta-, los que están decididos a dejar estas siglas y enrolarse en otra formación de nueva creación, acuñada por ellos mismos. El motivo: El descontento existente con la cúpula comarcal, provincial y regional. O lo que es lo mismo, diferencias irreconciliables con el sector afín al alcalde de Ponferrada, Carlos López Riesco, con la presidenta provincial Isabel Carrasco, o con el secretario del partido en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco. Hasta ahora la idea de abandonar las filas populares no había pasado de un tímido escarceo puesto de manifiesto en conversaciones privadas de cafetería o corrillos políticos. Nada serio. Sin embargo, en las últimas semanas, el asunto ha tomado un cariz determinante. Este diario tiene confirmación de que han existido varias reuniones secretas en las que han participado alcaldes, concejales y militantes de base del PP para diseñar la estrategia, abandonar el partido de la mejor forma posible y pasarse a uno de nueva creación. Todos coinciden en un punto común. Se siente discriminados, bien por haber sido apartados de cargos de dirección en el partido, o bien por sentirse «castigados» a la hora recibir ayudas de las administraciones públicas en sus respectivos municipios donde gobiernan. Especialmente de la Junta. En las reuniones secretas que ha promovido este sector, -tres de ellas celebradas en León capital y otras tantas en Ponferrada-, se ha hablado de todo un poco. Así, del momento oportuno para dar el paso definitivo de ruptura, del nombre de la nueva formación política y sobre todo, de garantizar la unidad de los «descontentos» a la hora de dejar el partido y perder el amparo de una formación tan fuerte como es la del Partido Popular. En estas reuniones se han barajado varios nombres para el nuevo partido político. No hay aún nada decidido, pero existe una sigla que cobra ya fuerza. Se trata de añadir una «P» al PP. Sería el Partido Progresista Popular (PPP). En este mes de agosto se han intensificado aún más los contactos de este grupo y se ha decidido que en septiembre se toma de una manera firme la decisión final de abandonar el partido y crear otro. «Lo hacemos porque hay que darle salida a esta gente que está en el PP y no se identifica con Riesco, Eduardo Fernández y otros», afirma el confidente y uno de los mentores de esta nueva corriente política.