El viento propagó las llamas rápidamente desde San Esteban hasta San Cristóbal y Espinoso
El fuego pone cerco a cientos de vecinos en el valle de Valdueza
A media tarde la Junta decretó el nivel 2 dada la amenaza que se cernía sobre las viviendas
Un gran incendio puso en la tarde de ayer en vilo a cientos de vecinos de los pequeños pueblos situados en el valle de Valdueza, en el término municipal de Ponferrada. Hacia las 15.00 horas los bomberos de Ponferrada recibían el primer aviso del incendio, que a esas horas se originaba entre las localidades de San Esteban de Valdueza y Valdefrancos. En esta última, las llamas llegaron a acercarse peligrosamente a las primeras casas del pueblo. Debido a las fuertes rachas de viento que se mantuvieron durante toda la tarde, el fuego se propagó con gran rapidez desde el lugar de inicio hacia la localidad de San Cristóbal y desde allí, las llamas continuaron su andadura cruzando la carretera en dirección a Espinoso de Compludo. Dada la peligrosidad que en ciertos momentos el fuego llegó a revestir para la población, la Junta decretó a las 18.15 horas el nivel 2 de alerta. Entre las medidas de precaución que la administración autonómica estableció, se creó en León el Centro de Coordinación Operativa, que en todo momento tuvo preparado el dispositivo de evacuación por si era necesario, cosa que finalmente no ocurrió. En el operativo de extinción participaron 80 personas. En el incendio se desplegaron tres helicópteros, un helicóptero bombardero de gran capacidad, dos aviones anfibios, un avión de carga en tierra, cuatro cuadrillas de tierra, cuatro cuadrillas helitransportadas, cuatro autobombas, cuatro bulldozer, un técnico, dos agentes medioambientales y una dotación de bomberos de Ponferrada. Precisamente para la buena organización de todo este dispositivo, la Policía local tuvo que realizar cortes de manera esporádica en las carreteras de acceso a la localidad de San Cristóbal desde la altura de Lombillo. Hacia las 22.00 horas, el fuego estaba localizado en dos frentes, uno en San Cristóbal y otro de camino hacia Espinoso, en una zona de robledal relativamente próxima al pueblo. A esa hora, el jefe de extinción aseguraba que el fuego estaba sin controlar y no se atrevía a realizar una previsión.