Los tabaqueros recogerán apenas 120.000 kilos en la que puede ser su última cosecha

Los tabaqueros bercianos han comenzado ya la recogida de la que podría ser la última cosecha de tabaco que se cultiva en la comarca. El inicio de la campaña se presenta con perspectivas poco halagüeñas ya que la sequía ha provocado pérdidas y se teme que la cosecha apenas alcance los 120.000 kilos, veinte mil menos de lo esperado. Y es que la falta de agua, en estos últimos meses, ha provocado que las plantas de tabaco sean más pequeñas de lo habitual. No obstante los datos no son preocupantes ya que se acercarán a la cuota impuesta al inicio de la campaña. Se recogerán unos 120.000 kilos, aunque las cifras definitivas no se conocerán hasta que el tabaco concluya su proceso de secado. De hecho, en estos días, los agricultores están cortando las plantas y trasladándolas a los distintos secaderos, dónde las plantas seguirán su proceso de elaboración, según apuntaba Abelardo Corullón, del S.A.T. «Tabacos del Bierzo». Si el tiempo acompaña, en noviembre empezarán a deshojar el tabaco para venderlo, en diferentes pisos foliares, a la Compañía Española de Tabaco en Rama, Cetarsa, durante la primera quincena de diciembre. Los tabaqueros de la comarca se temen que éste pueda ser el último año en el que se cultive tabaco en el Bierzo, debido a los cambios en la política agraria comunitaria, aunque de momento no quieren ser muy pesimistas. Y es que hasta mediados de septiembre no se conocerá la decisión del Gobierno sobre la reforma y cómo se llevará a cabo el desacoplamiento del tabaco. Hasta entonces, su futuro es incierto ya que no saben si seguirán recibiendo las primas europeas, unos dos euros y medio por kilo, que son imprescindibles para que subsista el cultivo. Los agricultores bercianos que se dedican a este cultivo esperan obtener las máximas ayudas posibles y que esta zona no sea perjudicada a favor de otras regiones españolas dónde también se cultiva tabaco. En la última década, la plantación de tabaco en el Bierzo ha sufrido un importante descalabro. De hecho, actualmente, poco más de medio centenar de agricultores se dedican a este cultivo en fincas ribereñas del río Cúa en Cacabelos y Quilós.