Veinte «cimas» de mucha altura

Tres generaciones de cimadanos se reunieron ayer en el parque del Temple para abrir los talleres infantiles de la Ciudad Mágica (Cima) y celebrar la vigésima edición de una iniciativa que desde 1986 concentra las actividades del programa de las Fiestas de la Encina pensadas para entretener a los más pequeños. Vicente González, uno de los fundadores de Cima, el hoy concejal de Hacienda Luis Antonio Moreno, que participó en talleres de prensa, radio y televisión a principios de los noventa, y la niña Eva López Casado, de 12 años y una de las colaboradoras más jóvenes, se encargaron de pronunciar un pregón a tres bandas para inaugurar una edición que cuenta con una treintena de talleres y 300 voluntarios. Cima permanecerá abierta hasta el próximo día 6, en horario de 11 a 14 horas y de 17 a 20 horas y se espera que miles de niños participen en sus actividades. Vicente González recordó los inicios de Cima, y Eva López demostró el compromiso de la última generación con el futuro del ferial, pero fue el concejal Luis Antonio Moreno quién rememoró su paso por algunos talleres con más detalle. El edil recordó que llegó a presentar un espacio de música titulado España Cañí y donde Manolo Escobar era la referencia indiscutible -«menos mal que las personas evolucionamos», reconoció- y que en una ocasión estuvo «a punto de recibir un pelotazo de los antidisturbios», cubriendo para el taller de televisión una protesta minera en Bembibre. La apertura de la Ciudad Mágica contó con la presencia del alcalde, Carlos López Riesco, quién renovó el compromiso de su equipo para mejorar los talleres, y del director general de Juventud de la Junta de Castilla y León, Borja Suárez, que no quiso perderse la apertura del recinto después de que la administración autonómica haya colaborado este año en la reforma de la Casa de Cima en el parque del Temple.