El Consejo destaca las bondades de la lluvia caída para la recogida de la uva

La lluvia de las últimas horas ha sido recibida como «agua de mayo», por parte de los viticultores de toda la comarca del Bierzo. El agua, aunque escasa, ha sido buena para los viñedos, que han podido recuperar parte de su reserva hídrica, después de la sequía de este verano, que ya había provocado que la uva de este año fuese más pequeña de lo habitual, aunque su calidad no se había visto mermada. Los técnicos coinciden en que las precipitaciones de las últimas horas traerán beneficios para la cosecha. La lluvia permitirá que los racimos crezcan según reconocía el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo, Carlos Méndez Laredo. No obstante, el mismo directivo puntualizó que habrá que seguir mirando al cielo, ya que si empieza a llover sin parar, ahora que va a iniciarse la campaña de recogida de uvas, podría llegar a pudrirse la vid. Sobre todo, en aquellos viñedos dónde no se haya realizado la poda en verde durante el verano. «Esta agua no ha sido mucha, pero es magnífica para los viñedos que estaban muy secos. Va a beneficiar la uva, pero yo creo que tampoco es necesario que siga lloviendo, porque ahora que nos vamos a meter en la vendimia, si sigue cayendo agua, podría acabar perjudicando a la calidad de la uva porque podría haber podredumbre sobre todo en aquellas viñas dónde no se haya realizado la poda en verano», esgrimió el presidente del consejo rector de los vinos. La campaña de la vendimia, que ya se inició días atrás en algunas bodegas privadas con la recogida de variedades no adscritas a la denominación de origen, se abrirá oficialmente la próxima semana. En este caso serán las cooperativas la que pongan en marcha todo el operativo para introducir el producto. La previsión es que la vendimia se pueda prolongar hasta los últimos días de este mes.