Antes de confesar se encerró en casa y se puso a ver la televisión

Cuando los agentes del cuartel de Villafranca llegaron a La Portela, al filo de las 23.00 horas del viernes, José Antonio López se refugió tranquilamente en el interior de la vivienda de sus padres y se puso a ver la televisión. A partir de ese instante, los guardias y unos pocos vecinos, emprendieron un tanto atemorizados una intensa tarea psicológica para tratar de convencerle de que saliera y les describiera lo que había ocurrido. «Maté a mis padres» «¿Qué pasó Jose?», le interrogó un agente. «Y él decía, nada, no ha pasado nada», relataba ayer a este periódico la truculenta escena el pedáneo de La Portela. «Luego, cuando le convencieron para que bajara y le vieron las manos con sangre y otras manchas, entonces confesó». «¿Qué has hecho?», le insistieron los miembros del instituto armado. «Maté a mis padres, están en la bodega», reveló sucintamente el parricida. Inmediatamente fue retenido y se inició la búsqueda de los cuerpos al mismo tiempo que se alertaba al 112 para proceder a la evacuación al Hospital del Bierzo, en Ponferrada. El detenido fue puesto a disposición judicial como presunto autor de un delito de homicidio y otro de tentativa.