| Reportaje | La añada del 2005 llama al optimismo |
Los «sabios» pronostican cosechón
Los elaboradores más de moda de la D.O. Bierzo, entusiasmados por la alta calidad de la uva de esta campaña
Se han convertido en los portaestandartes de la revolución de la mencía, al menos para los grandes críticos nacionales y también internacionales, incluído el celebérrimo Robert Parker. Por eso, aunque no son ni mucho menos los únicos elaboradores de prestigio de la Denominación de Origen Bierzo, sí que resultan unos oráculos de excepción para conocer cómo es la cosecha del 2005 y cuáles son las perspectivas de la añada. Amancio Fernández (Domino de Tares), Ricardo Palacios (Descendientes de J. Palacios),, Alfredo Marqués (Pittacum), y Alejandro Luna (Luna Beberide), coinciden -como en la elegancia y altos precios de muchas de sus creaciones- en resaltar que la vendimia de este año ha sido mucho mejor que la del anterior, y sobre todo en la alta sanidad de la uva. Ricardo Palacios, «autor» de vinos como el Corullón, es de los más ponderados en la valoración. «Ha sido un año algo especial por la sequía, parecía que a principios de septiembre la uva estaba más madura, pero hemos tenido que esperar hasta finales para lograr una uva redonda de color y sabor». «Pero lo que da gusto», añade «es vendimiar así, con una uva tan sana y con tan buen tiempo. La cosecha, sin duda, es mejor que la del año pasado». En la vertiente más optimista se sitúa Amancio Fernández, creador de Cepas Viejas o Tares P-3: «Creo que es la mejor cosecha desde el año 96. No ha habido casi enfermedades, la calidad y la sanidad en muy buena». Para este enólogo, a diferencia de Palacios que duda sobre la evolución que tendrán los vinos por el alto grado alcohólico que habrá que manejar, puede ser una buena añada, asevera, «para los vinos de guarda». La sequía es buena «Los años secos casi siempre resultan bastante buenos», vaticina Alfredo Marqués, «pater» de los mencía de Terras Gauda en las bodegas de Pittacum. «La calidad de la uva se puede calificar de impoluta», refrenda. «Es una maravilla, creo que pueden obtenerse unos vinos muy aromáticos, de mucha fruta», sostiene Marqués. Otro de los nombres de referencia de la viticultura en la comarca, Alejandro Luna, gerente de Luna Beberide, y uno de los inspiradores de Paixar, un vino de los calificados de alta expresión -y precio-. A su juicio, la del 2005 no se puede decir que sea mejor cosecha que la del 2005. «Son dos cosechas muy buenas, ésta con una uva muy sana», recalca. Luna, además, coincide con Palacios al destacar que a la hora de la elaboración deberá tenerse mucho cuidado con el tratamiento del alto grado alcohólico de las uvas. «¡Ya podían venir todas las cosechas así!», suspira. Más cantidad de la prevista En lo que sí coinciden todos los expertos consultados es en la mayor cantidad de uva que al final se ha recolectado, puesto que al no existir apenas podredumbre en las cepas se ha aprovechado todo. Los veintitrés millones de kilos que preveía el Consejo Regulador para esta campaña, por lo tanto, se podrían ver generosamente superados, y aún sin llegar a los 30 millones de kilos del 2004, rozar dicha cantidad. Ventas al alza Del mismo modo, el optimismo es la tónica generalizada al enfocar las perspectivas de comercialización. Después de uno o dos años de cierto parón y dificultad, los bodegueros entrevistados sostienen que se observa un interesante repunte en las ventas de vino. En buena medida por la galopante nutrición que se está produciendo de la etiqueta Bierzo como revelación de calidad. «Cada vez se está vendiendo más. Sobre todo se está exportando mucho más», remacha Alejandro Luna.