La asociación de vecinos de Vilela acusa al Ayuntamiento de ponerles trabas para ubicarse en una sede

La asociación de vecinos de la pedanía de Vilela, en el municipio de Villafranca del Bierzo, acusa al Ayuntamiento y en concreto a la pedanía de su localidad de negarles el local de la casa del pueblos como lugar para ubicar la sede donde reunirse y realizar las actividades propias de una asociación como la suya. En concreto, miembros de la asociación aseguran que se les están poniendo «muchos obstáculos» para cederles el local, algo que, a su juicio, ocurre «porque nos tienen miedo como asociación», según afirma unos de los miembros. El colectivo, como medida de presión, tenía previsto realizar la asamblea general ordinaria en la tarde de ayer en plena calle, en frente a la casa del pueblo que el Ayuntamiento, dicen, no les deja utilizar. Tras una acalorada discusión con la Junta Vecinal, ésta cedió a que la reunión se celebrase en el interior. No obstante, la asociación considera que existe gran nivel de crispación con este asunto y creen que van a tener problemas en las sucesivas reuniones, con lo que «en absoluto» dan por finalizado el problema. La finalidad de este acto era ejercer presión al pedáneo, el socialista, Fernando Carballo y al propio alcalde de Villafranca, Vicente Cela. El colectivo asegura que en la actualidad el Ayuntamiento permite la utilización del citado edificio a los vendedores de colchones, que lo utilizan para realizar allí sus reuniones de venta. Este asunto lo consideran un agravio comparativo, ya que, aseguran, «en vez de fomentar el asociacionismo y las actividades que tratan de potenciar y mejorar la vida de la localidad están yendo contra ellas y tratando de evitarlas, como si nos tuvieran miedo», dicen. Uno de los miembros afirma «presumen de ser gobiernos de izquierdas y sin embargo hacen planteamientos propios de la derecha más rancia». Reconocen que en un principio el pedáneo les cedió el local de la casa del pueblo para que realizaran allí sus actividades, pero aseguran que «en el momento que vieron que la cosa iba en serio, nos empezaron a poner problemas». Aseguran que el pedáneo les llegó a pedir una copia de los estatutos y la relación de los miembros. Esto último, asegura, está fuera de la ley.