Hugo Colace: «Los alumnos de la Escuela de Cine de Ponferrada no tendrán problemas para trabajar»

Pocas veces los alumnos de la Escuela de Cine de Ponferrada podrán asistir a la proyección de una película reconocida en un festival puntero como el de Berlín comentada en persona por el cineasta premiado. Éso es lo que sucedió ayer con el director de fotografía argentino, Hugo Colace, ganador del Oso de Oro en la Berlinale con la película La ciénaga , ópera prima de la también argentina Lucrecia Martel, una de las obras que en los últimos años han contribuído a que el público y la crítica presten atención al cine que se hace en el país sudamericano. Colace, que ha trabajado a las órdenes de directores que consiguen estrenar con asiduidad sus trabajos en España, como Eliseo Subiela y Carlos Sorín (su película Historias Mínimas recibió otro galardón en el Festival de Cine de San Sebastián), fue ayer el primer cineasta profesional en pasarse por las aulas de la Escuela de Cine este curso para impartir una clase magistral. Colace se mostró «fascinado» y «sorprendido» por el equipamiento técnico de la escuela adscrita al campus universitario de Ponferrada y en vista de la dotación con la que cuentan, se mostró convencido de que el futuro laboral de sus estudiantes está garantizado. «Los alumnos que salgan de esta escuela no tendrán ningún problema en trabajar en ningun lugar», afirmó en un contacto con la prensa previo a su clase magistral. Colace atribuyó el éxito callado, pero sostenido que está teniendo el cine argentino en las carteleras españolas desde el taquillazo de El hijo de la novia a las «situaciones creíbles» y cercanas a la sensibilidad del espectador español que ruedan los cineastas sudamericanos. «Tenemos referentes y códigos muy parecidos», aseguró. La proliferación de escuelas de cine en Argentina explica además, según el director de fotografía, la «explosión» que ha tenido su cine en la última década.