Contra el chancro y las importaciones Castañicultores, muchos y pequeños

Otra de las quejas principales de los productores es la falta de más recursos y medios con los que combatir la plaga del chancro, que «cada año arrasa más sotos, sin posibilidad de recuperación». Se pone como ejemplo el mal estado que, «además del pavoroso incendio del verano, padece con este insecto la zona de Turienzo y San Pedro de Castañeiro». También el mercado chino hace irrupción en los precios. «Ya superan la producción destinada para el autoconsumo y con ese excedente, cuentan, a precios competitivos, con una castaña que en Europa se empieza a comprar y a tener en cuenta. Ya empezamos a notarlo», afirman los distribuidores bercianos. La profesionalización de esta actividad es una meta que dista mucho de lograrse. La recolección del soto heredado en el pueblo de los ancestros, sin a penas cuidarlo, sigue siendo la principal forma de obtención de la castaña. Según los castañicultores, «el primer paso es asociarse, pero quien lo hace es como complemento a otras actividades agrarias. Generalmente son personas de avanzada edad que viven en los pueblos. Falta una política de modernización del sector para hacerlo mejor, rentable y competitivo».