| Entrevista | Ricardo González Saavedra |
«El PP tiene una debilidad general tras diez años de gobierno, no tiene ilusión»
Ricardo González Saavedra es el nuevo portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Ponferrada. Y el mejor situado en todas las quinielas, por ahora, para encabezar la lista del PSOE en pos de la alcaldía de la ciudad. La compatibilización de su cargo con el de presidente del Consejo Comarcal le vuelve a colocar, sin embargo, en el ojo del huracán. A sus 50 años, este licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación, antes ha sido concejal de IU en su Balboa natal y en la capital berciana, donde salió elegido por la coalición en 1995. - Ha comentado que la portavocía de Ponferrada es una carga, no un cargo. ¿Es el paso ineludible para ser el próximo candidato del PSOE en Ponferrada? - Es la respuesta a la petición de mi partido. La ejecutiva local me plantea como una necesidad que dirija la oposición, y yo después de valorarlo con ellos acepté esa posibilidad. No es ningún sacrificio, pero sí requerirá un esfuerzo mayor. Y lo hago gustoso, porque el partido me pide que tire del carro al considera que soy la persona adecuada. Pero no es un paso de ningún modo ineludible. Se habla demasiado de la candidatura. Faltan veinte meses y el partido tiene que tomar sus decisiones tranquilo y dentro de casa. A través de unas primarias o de un acuerdo. Pero yo desvinculo todo ésto de lo que vaya a pasar dentro de un año. De hecho, la ejecutiva tampoco valoró tal posibilidad. - Ya ha debutado como portavoz en un pleno. ¿Cuáles son los flancos más débiles del gobierno del PP que usted piensa realzar desde la oposición? - El Partido Popular tiene una debilidad generalizada después de diez años gobernando. Es un equipo sin ilusión, sin iniciativas, con una inercia que va arrastrando, pero sin ideas de interés. Y aunque presumen de hacer una política social muy avanzada, todo se queda en meras inauguraciones y constitución de órganos consultivos que no funcionan. Una vez más se trabaja para la galería. -¿Como jefe de la oposición cuál es la actuación más prioritaria que debe afrontarse en Ponferrada antes de que concluya el mandato? -El tema urbanístico es algo gravísimo que está pasando en esta ciudad. Se está creciendo a golpe de especulación y eso es malo. Se han tomado decisiones irreversibles como la de La Rosaleda, donde se sacrificó una parcela excelente para crear vivienda social y compensar a otras partes de la ciudad y equilibrarla, y sin embargo se desperdició. Pero aún quedan cosas por hacer en urbanismo y este equipo de gobierno está utilizando la adaptación a la ley del suelo como una reforma encubierta del Plan General de Urbanismo. Y eso es muy serio, para reformar un plan hay que contrastar y hablar con todos; con los promotores, con los vecinos, con los arquitectos. Pues bien, este equipo lo está haciendo a través de una empresa privada y nadie sabe lo que está pasando y lo que están haciendo. Nosotros eso no lo podemos permitir. El Plan General de Ordenación Urbana es una prioridad absoluta. -El alcalde, Carlos López Riesco, ha dicho que con usted va a ser más difícil dialogar que con Rodríguez. ¿Verdadero o falso? - Lo que he detectado es que al PP no le ha gustado que yo sea el portavoz en el Ayuntamiento. Pero si se sigue mi trayectoria se verá que soy una persona dedicada al diálogo y al consenso. Como presidente del Consejo Comarcal estoy en permanente diálogo con la Junta, por ejemplo. Si quieren decir que voy a ser duro y contundente en la oposición, pues posiblemente. Que no esperen de mi que les aplauda y que les diga que todo está bien. -¿Cómo percibe entonces la oposición desarrollada hasta ahora, floja, razonable, dialogante? -Ha sido la oposición posible. Nuestro grupo perdió la portavoz, luego yo era el segundo y estaba en el Consejo en una situación complicada... Por eso digo que hicimos la oposición posible. Llega el momento de cambiar e intensificar, pero seguramente también lo habría hecho mi compañero Roberto sino se hubiese ido. - ¿Cuándo asumió la presidencia del Consejo ya se le tachó de pesetero, no teme que ahora le vuelvan a zaherir del mismo modo con la acumulación de cargos? -Yo lo único que acumulo ahora es trabajo. Mi actividad laboral es la de presidente del Consejo y desarrollo un trabajo. Otras personas, como portavoces, también trabajan en su profesión. Ésto no se me ocurre a mi sólo. Me lo han planteado en mi partido, y más daño del que me han hecho a mí y a mi familia con el asunto del dinero ya no me lo pueden hacer. Por lo tanto me es igual, estoy curado de espanto. -En el propio PSOE, sin embargo, se está cuestionando el carácter ético de la compatibilización de cargos. ¿Qué les diría? -No tienen ni idea de lo que hablan. Si cojo consejero por consejero, o alcaldes de distintos municipios y vemos lo qué tienen además de eso, estoy seguro de que soy de los que menos cosas acumulan. -¿Y si como presidente del Consejo, por ejemplo, viene una empresa que duda en instalarse en Bembibre o en Ponferrada, qué opción apoyaría teniendo en cuenta su portavocía local? -Esa situación se da permanentemente en el Consejo. No decido sólo yo, sino el pleno. Pero eso me pasa a mí y a los concejales del PP en Ponferrada que están en el Consejo. Lo que no admito es la pugna entre Ponferrada y el resto del Bierzo. A lo mejor ese enfrentamiento se busca en otros sectores. El Bierzo sin Ponferrada lo tiene muy mal y Ponferrada sin el Bierzo, lo mismo. Son complementarios. Además, la industria no compete al Consejo Comarcal. -Dicen que tiene todo atado en el PSOE local. ¿Pero percibe que no es del todo simpático en otras esferas del partido? -Desde luego creo que tengo un apoyo muy fuerte dentro de la agrupación de Ponferrada. ¿Que no caigo bien en otras esferas superiores? No lo sé. A mí lo que me preocupa es mi agrupación y mis compañeros y compañeras aquí. Caer bien o mal es lo de menos. Lo dirigentes en este partido no pueden tomar decisiones a dedo. Si alguien tiene problemas con eso que venga a Ponferrada y lo explique. -Insiste en el poder de la militancia. Pero hay quien sostiene que en la decisión final del candidato se verá directa o indirectamente la mano de Zapatero. ¿Qué opina? -Me parece una broma que el presidente del Gobierno, con temas de calado enorme, venga a hablar sobre el candidato de una ciudad de 65.000 habitantes. Quien mejor conoce las cosas en un partido es el que conoce los problemas de la ciudad y de los militantes. Lo que no quiere decir que las directrices del partido sobre el perfil del candidato se sigan dialogando y contrastando. En este partido las decisiones desde arriba, no funcionamos como en el PP. - Y a parte del suyo, ¿cuál debe ser perfil del aspirante para desbancar al PP en Ponferrada? -Primero el de un partido con ideas y una política diferente para esta ciudad, que necesita aire fresco. Luego el de una persona conocida, que conecte con la calle. Que acepten los militantes y que en la calle tenga predicamento, contrastando entre la ciudadanía si esa persona encaja. Pero ya son doce años de oposición y el PSOE no se puede permitir cuatro más. -Yo creo que no va a dejar el Consejo, que no dimitirá. ¿Cómo le gustaría que se le recordase? -No sé si voy a dimitir. Pero es una decisión que quedaría sometida también a mi partido. El trabajo en el Consejo va a seguir con la misma intensidad. Si algo me imposibilitara seguir en los dos sitios, que creo que no va a suceder, pues tomaríamos la decisión hablando con los compañeros de Ponferrada y con los del Consejo. ¿Cómo me gustaría que se me recordara?... Me gustaría que se me reconociese como político que trabajó todo lo que pudo en circunstancias muy difíciles y que lo hizo con honestidad y dedicación. Creo que los resultados se empiezan a percibir y al final de la legislatura serán positivos. Pero no aspiro a ninguna estatua.