La cosecha de castañas, en peligro Falta de un reconocimiento oficial

Primero fueron los tomates, después los pimientos, sucesivamente las manzanas y peras, también la uva va culminando su recolección. Es el turno de las castañas antes de las populares matanzas. La riqueza agrícola de la comarca del Bierzo, uno de los puntales económicos de sus 135.000 habitantes, no para de producir. Pero el que va a ser producto estrella de magostos populares o de sencillo consumo doméstico, la castaña, este año lo está pasando mal, muy mal. Según todas las fuentes consultadas: asociaciones de castañicultores, cooperativistas y algún que otro empresario del sector; todos, afirman que «la cosecha se reducirá a la mitad». Y es que en el 2004 se recolectaron 10 millones de kilogramos de este fruto, mientras que para la presente campaña se prevé una reducción «de hasta un 50 por ciento». Obviamente, los beneficios económicos también mermarán. Según su variedad, los precios por kilogramo oscilan desde los 60 céntimos a los 3 euros a pie de soto, esto es, al dueño del árbol. Lo que traducido en cifras estimativas aportadas por los productores bajarán de los 6 millones de euros a los 3,5 millones facturados. Causas de la escasez Las causas aducidas a este importante retroceso recolector vendrían dadas por la sequía. La falta de las lluvias de septiembre, las que hacían crecer los erizos y su codiciado botín, provoca que «el fruto caiga sin abrir, sin desarrollarse», diserta Pedro Fernández, secretario de los castañeros. Además el calor del mediodía y el frío nocturno, tampoco beneficia al producto. A esto se le añaden los fuegos de este verano, y el chancro, un insecto que «a pesar de pequeños esfuerzos experimentales está acabando con los árboles», explica. A los poco más de cien asociados, hay que añadir pequeños productores no registrados y empresas que, de forma directa o indirecta, trabajan la castaña. El Bierzo no es una zona donde existan grandes fábricas de elaboración de productos derivados y su consiguiente distribución y venta. Sin embargo, existen varias empresas que al igual que otros productos agrícolas, embasan y tratan este preciado fruto autóctono. En total son seis firmas, generalmente bajo la fórmula familiar o de cooperativa, con ubicación en el Bierzo Alto y Bierzo Oeste. Se calcula que en total, tanto la venta entre particulares, en mercados y ferias, como la «controlada» desde almacenes y conserveras, la castaña mueve 10 millones de euros en la comarca, da empleo directo a 30 personas y, el resto, ingresos complementarios a agricultores, empresas agroalimentarias y empleados temporeros. La castaña autóctona del Bierzo carece de un marchamo oficial fuerte, de garantía y calidad que le haga ser un producto más competitivo y que entre, de paso, en las campañas de promoción institucionales. Sin embargo, desde la Diputación y, a veces, de refilón, la Consejería de Agricultura, incluyen a la castaña en su publicidad. Diversas voces piden a la Junta un reconocimiento.